Encontrados 188 resultados para: Judas Macabeo

  • y lo hizo partir con órdenes de matar a Judas, de dispersar sus tropas y de restablecer a Alcimo como sumo sacerdote del magnífico templo. (II Macabeos 14, 13)

  • Los gentiles, que habían huido de Judea por temor a Judas, se agregaron en grandes grupos a Nicanor, pensando que las desgracias y las desventuras de los judíos serían su propia fortuna. (II Macabeos 14, 14)

  • Simón, hermano de Judas, atacaba a Nicanor; pero sus tropas dudaron un momento, estupefactas por la repentina llegada de enemigos. (II Macabeos 14, 17)

  • A pesar de esto, Nicanor, conociendo el valor de los de Judas y el entusiasmo con que luchaban por la patria, no quiso aventurarse a ponerlo todo a prueba de sangre. (II Macabeos 14, 18)

  • Judas había dejado en sitios estratégicos hombres armados, dispuestos a intervenir, por temor de alguna perfidia imprevista por parte de los enemigos; pero tuvieron una buena entrevista. (II Macabeos 14, 22)

  • Y tenía siempre a Judas en su presencia, pues lo amaba sinceramente. (II Macabeos 14, 24)

  • Pero Alcimo, viendo lo bien que se entendían los dos y haciéndose con una copia de los pactos concertados, se presentó a Demetrio, acusando a Nicanor de traidor de los intereses del Estado, ya que había nombrado sucesor suyo a Judas, enemigo y perturbador del reino. (II Macabeos 14, 26)

  • El rey, exasperado e inducido por las calumnias de aquel malvado, escribió a Nicanor, diciéndole que no le agradaban los pactos concertados y que inmediatamente se le enviara preso a Antioquía a Judas. (II Macabeos 14, 27)

  • Nicanor quedó consternado y disgustado, pues no quería romper lo pactado, ya que Judas no había hecho nada malo. (II Macabeos 14, 28)

  • El Macabeo, viendo que Nicanor le demostraba un trato más reservado y frío en las entrevistas acostumbradas, comprendió que aquella conducta no podría proceder de cosa buena. Reunió a algunos de los suyos y no se dejó ver ya más de Nicanor. (II Macabeos 14, 30)

  • Nicanor, dándose cuenta de que Judas había desaparecido con astucia, subió al templo a la misma hora que los sacerdotes ofrecían la víctima y les mandó que le entregaran al Macabeo. (II Macabeos 14, 31)

  • "Si no me entregáis preso a Judas, arrasaré este lugar, destruiré el altar y levantaré en su lugar un magnífico templo a Baco". (II Macabeos 14, 33)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina