Encontrados 96 resultados para: Hubo

  • En los días en que gobernaban los jueces hubo una gran carestía en Palestina, y un hombre de Belén de Judá emigró al país de Moab con su mujer y sus dos hijos. (Rut 1, 1)

  • Cuando la llevaron, la mano del Señor descargó sobre la ciudad y hubo en ella gran pánico, pues hirió a las gentes de la ciudad, desde el pequeño hasta el grande, y les salieron tumores. (I Samuel 5, 9)

  • Fueron devueltas a Israel las ciudades que le habían sido quitadas por los filisteos, desde Ecrón hasta Gat, e Israel libró su territorio de la mano de los filisteos. Además hubo paz entre Israel y los amorreos. (I Samuel 7, 14)

  • Durante toda la vida de Saúl hubo una guerra encarnizada contra los filisteos. Saúl se hacía con todos los hombres fuertes y valientes que veía. (I Samuel 14, 52)

  • Aquel día hubo una batalla muy dura, y Abner y los de Israel fueron vencidos por los partidarios de David. (II Samuel 2, 17)

  • En tiempos de David hubo una gran hambre durante tres años consecutivos. David consultó al Señor, y el Señor le dijo: "Hay sangre sobre Saúl y sobre su casa, porque él mató a los gabaonitas". (II Samuel 21, 1)

  • De nuevo hubo guerra entre los filisteos e Israel. David con sus hombres acampó en Gob y lucharon contra los filisteos. David estaba cansado. (II Samuel 21, 15)

  • Hubo otra batalla en Gob contra los filisteos, en la que Sibecay, el jusatita, mató a Saf, un descendiente de los gigantes. (II Samuel 21, 18)

  • Hubo otra batalla en Gob contra los filisteos, y Eljanán, hijo de Yaír, de Belén, mató a Goliat, de Gat; el asta de su lanza era como un enjullo de tejedor. (II Samuel 21, 19)

  • Gritaron, pero no hubo salvador; clamaron al Señor, pero no hubo respuesta. (II Samuel 22, 42)

  • hago lo que has dicho. Te doy un corazón sabio y prudente, como no hubo antes de ti ni lo habrá después. (I Reyes 3, 12)

  • El Señor concedió a Salomón sabiduría, según le había prometido, y hubo paz entre Jirán y Salomón, los cuales hicieron un pacto. (I Reyes 5, 26)


“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina