Encontrados 1648 resultados para: Dor

  • Pero el que considera atentamente la ley perfecta de la libertad y persevera en ella, no como un oyente olvidadizo, sino como un activo cumplidor, será dichoso en practicarla. (Santiago 1, 25)

  • La sabiduría de arriba, por el contrario, es ante todo pura, pacífica, condescendiente, conciliadora, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía. (Santiago 3, 17)

  • acercaos a Dios, y se acercará a vosotros; lavaos las manos, pecadores, purificad vuestros corazones, gentes de alma doble, y reconoced vuestra miseria; llorad y clamad; (Santiago 4, 8)

  • Hermanos, no habléis mal unos de otros. El que habla mal de su hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga la ley; y si juzgas la ley no eres cumplidor de la ley, sino juez. (Santiago 4, 11)

  • Uno solo es el legislador y juez, el cual puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? (Santiago 4, 12)

  • El jornal de los obreros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, clama, y los lamentos de los segadores han llegado a los oídos del Señor todopoderoso. (Santiago 5, 4)

  • Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. Ved cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan las lluvias tempranas y las tardías. (Santiago 5, 7)

  • sabed que el que hace volver a un pecador de su camino equivocado le salva de la muerte y hace desaparecer una multitud de pecados. (Santiago 5, 20)

  • al emperador como a soberano, a los gobernadores como delegados suyos para castigar a los que obran mal y premiar a los que obran bien. (I Pedro 2, 14)

  • Lo importante no es el adorno exterior, compuesto de peinados, joyas y vestidos, (I Pedro 3, 3)

  • Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que tenían su esperanza puesta en Dios y obedecían a sus maridos; (I Pedro 3, 5)

  • Que cada cual ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido como corresponde a buenos administradores de los distintos carismas de Dios; (I Pedro 4, 10)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina