Encontrados 1827 resultados para: Den

  • Quiero que sepáis qué intensa lucha soporto por vosotros, por los que residen en Laodicea y por todos los que no me conocen personalmente, (Colosenses 2, 1)

  • ¿No son cosas que llegan a destruirse por el uso, conforme a las ordenanzas e instrucciones de los hombres? (Colosenses 2, 22)

  • Estas cosas pueden tener un aspecto de sabiduría, porque manifiestan cierta religiosidad, cierta humildad y un desprecio por el cuerpo; pero, en realidad, no tienen valor alguno, pues sólo tienden a satisfacer los apetitos carnales. (Colosenses 2, 23)

  • Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría; (Colosenses 3, 5)

  • pidiendo también por mí, para que Dios me dé la oportunidad de manifestar el secreto de Cristo, por el que estoy encadenado. (Colosenses 4, 3)

  • de suerte que serán condenados todos aquellos que no solamente se resistieron a creer en la verdad, sino que además se complacieron en la iniquidad. (II Tesalonicenses 2, 12)

  • En cuanto a vosotros, tenemos plena confianza en el Señor en que cumplís y seguiréis cumpliendo cuanto os tenemos ordenado. (II Tesalonicenses 3, 4)

  • Que el Señor de la paz os dé él mismo la paz, siempre y en todos los órdenes. El Señor esté con todos vosotros. (II Tesalonicenses 3, 16)

  • Al partir para Macedonia te rogué que permanecieras en Éfeso, con el fin de que ordenaras a algunos que no enseñen cosas extrañas (I Timoteo 1, 3)

  • Es necesario que el obispo sea intachable, casado una sola vez, sobrio, prudente, de porte educado, hospitalario, capaz de enseñar; (I Timoteo 3, 2)

  • Que no sea recién convertido, para que no le seduzca el orgullo y venga a caer en la condenación del diablo. (I Timoteo 3, 6)

  • Que guarden las verdades de la fe con una conciencia limpia. (I Timoteo 3, 9)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina