Encontrados 213 resultados para: Cuerpo

  • Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a la que habéis sido llamados. (Efesios 4, 4)

  • a fin de perfeccionar a los cristianos en la obra de su ministerio y en la edificación del cuerpo de Cristo, (Efesios 4, 12)

  • Por él, el cuerpo entero, trabado y unido por medio de todos sus ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, crece y se desarrolla en el amor. (Efesios 4, 16)

  • porque el marido es cabeza de la mujer, del mismo modo que Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual él es el Salvador. (Efesios 5, 23)

  • Así los maridos deben también amar a sus mujeres como a su propio cuerpo. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. (Efesios 5, 28)

  • Porque nadie odia jamás a su propio cuerpo, sino que, por el contrario, lo alimenta y lo cuida, como hace Cristo con la Iglesia, (Efesios 5, 29)

  • pues somos miembros de su cuerpo. (Efesios 5, 30)

  • Con viva esperanza confío en que en nada seré defraudado, sino que con toda seguridad, como siempre, también ahora Jesucristo será glorificado en mi cuerpo, sea por la vida, sea por la muerte. (Filipenses 1, 20)

  • el cual transformará nuestro cuerpo lleno de miserias conforme a su cuerpo glorioso en virtud del poder que tiene para someter a sí todas las cosas. (Filipenses 3, 21)

  • Él es también la cabeza del cuerpo, de la Iglesia, siendo el principio, el primogénito entre los muertos, para ser el primero en todo, (Colosenses 1, 18)

  • ahora, en fin, os ha reconciliado completamente por la muerte de su cuerpo mortal, para presentaros limpios, inmaculados e irreprensibles ante su presencia, (Colosenses 1, 22)

  • Ahora me alegro de sufrir por vosotros, y por mi parte completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia, (Colosenses 1, 24)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina