Encontrados 147 resultados para: Bronce

  • Los caldeos hicieron pedazos las columnas de bronce del templo del Señor, así como las basas y la gran pila de bronce que había en el templo del Señor, y se llevaron todo el bronce a Babilonia. (Jeremías 52, 17)

  • Se llevaron también las ollas, las paletas, los cuchillos, los aspersorios, los acetres y todos los demás utensilios de bronce utilizados para el culto. (Jeremías 52, 18)

  • Las dos columnas, la gran pila para el agua, los doce bueyes de bronce que la sostenían y las basas que había hecho el rey Salomón para el templo del Señor; era imposible calcular lo que pesaba el bronce de todo esto. (Jeremías 52, 20)

  • La coronaba un capitel de bronce de cinco codos de alto, y rodeado todo él, en forma de corona, por una rejilla con granadas, todo ello de bronce. La otra columna era igual, con el mismo número de granadas. (Jeremías 52, 22)

  • Sus piernas eran rectas y sus pies semejantes a las pezuñas de un toro, relucientes como bronce bruñido. (Ezequiel 1, 7)

  • Desde lo que parecían sus caderas hacia arriba vi que era como un bronce resplandeciente, algo que parecía fuego, dentro y alrededor de él; y desde lo que parecían sus caderas para abajo vi también algo así como un fuego, refulgente todo en torno, (Ezequiel 1, 27)

  • Y por la calle de la puerta de arriba que da al norte llegaron seis hombres, cada cual con su instrumento de exterminio en la mano. En medio de ellos había un personaje, vestido de lino, con la cartera de escriba a la cintura. Entraron y se detuvieron junto al altar de bronce. (Ezequiel 9, 2)

  • Yaván, Tubal y Mesec traficaban contigo; pagaban tus mercancías con esclavos y objetos de bronce. (Ezequiel 27, 13)

  • Me llevó allá; había allí un personaje de aspecto semejante al bronce, que tenía en la mano una cuerda de lino y una vara de medir, y estaba de pie junto a la puerta. (Ezequiel 40, 3)

  • Su cabeza era de oro puro; el pecho y los brazos, de plata; el vientre y los muslos, de bronce; (Daniel 2, 32)

  • Entonces se hizo pedazos todo: el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y fueron arrebatados por el viento sin que quedara rastro alguno de ellos; en cambio, la piedra que había herido a la estatua se convirtió en un gran monte, que llenó la tierra entera. (Daniel 2, 35)

  • Después de ti surgirá otro imperio de plata inferior al tuyo, y luego un tercer imperio, de bronce, que tendrá el dominio de toda la tierra. (Daniel 2, 39)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina