Encontrados 540 resultados para: Ahora

  • Ahora os voy a declarar un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados. (I Corintios 15, 51)

  • Ahora no quiero ir de pasada; espero permanecer algún tiempo con vosotros, si Dios quiere. (I Corintios 16, 7)

  • En cuanto al hermano Apolo, le insistí en que fuera con los hermanos a veros, pero ahora no ha querido ir en modo alguno; irá cuando se le presente una buena oportunidad. (I Corintios 16, 12)

  • tranquilizándome a mí, como ahora lo harán a vosotros. A personas así debéis estar reconocidos. (I Corintios 16, 18)

  • De modo que ahora debéis más bien perdonarle y consolarle, no sea que se desespere de tanta tristeza. (II Corintios 2, 7)

  • Así que en adelante a nadie conoceremos a lo humano; y si un tiempo conocimos a Cristo a lo humano, ahora ya no lo conocemos así. (II Corintios 5, 16)

  • Porque él dice: En el tiempo propicio te escuché y en el día de la salvación te ayudé. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de la salvación. (II Corintios 6, 2)

  • ahora me alegro; no porque os entristecisteis, sino porque esa tristeza sirvió para vuestro arrepentimiento. Como fue una tristeza querida por Dios, no os hice ningún daño. (II Corintios 7, 9)

  • Por eso, ahora vuestra abundancia debe socorrer su pobreza, y un día su abundancia socorrerá vuestra pobreza. Y así reinará la igualdad, (II Corintios 8, 14)

  • Os envío con ellos a uno de nuestros hermanos, cuya entrega he podido comprobar muchas veces y en diversas ocasiones, y mucho más ahora, por la gran confianza que tiene en vosotros. (II Corintios 8, 22)

  • Lo dije entonces, en mi segunda visita, y lo vuelvo a decir ahora, lejos de vosotros, a los que pecaron antes, como a todos los demás; cuando vuelva no andaré con miramientos, (II Corintios 13, 2)

  • Fue crucificado en razón de su flaqueza, pero ahora vive por el poder de Dios. Yo también participo de su debilidad y participaré, frente a vosotros, de su poderosa vida divina. (II Corintios 13, 4)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina