Encontrados 540 resultados para: Ahora

  • Tened en cuenta en qué tiempos estamos: ya es hora de despertar del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros la salvación que cuando abrazamos la fe. (Romanos 13, 11)

  • pero ahora, como ya no hay nada que me retenga en estas regiones y como desde hace tiempo tengo muchas ganas de ir a veros, (Romanos 15, 23)

  • Ahora me dirijo a Jerusalén para ayudar a aquellos hermanos. (Romanos 15, 25)

  • pero manifestado ahora por los escritos proféticos, dado a conocer a todas las naciones por orden del Dios eterno para que abracen la fe, (Romanos 16, 26)

  • Ahora bien, lo que se pide a los administradores es que sean fieles. (I Corintios 4, 2)

  • Hasta ahora padecemos hambre, sed y falta de ropa. Somos abofeteados, andamos errantes (I Corintios 4, 11)

  • nos calumnian, y respondemos con bondad. Hemos sido hasta ahora como basura del mundo, como desecho de todos. (I Corintios 4, 13)

  • Pues el marido no creyente queda consagrado a Dios por la mujer cristiana, y la mujer no creyente queda consagrada a Dios por el marido cristiano; de lo contrario, vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora pertenecen al pueblo de Dios. (I Corintios 7, 14)

  • Pero no todos saben esto; pues algunos, acostumbrados hasta ahora a adorar a los ídolos, comen las carnes pensando que están consagradas a los ídolos, y su conciencia, que no está bien formada, les hace sentirse culpables. (I Corintios 8, 7)

  • Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno por su parte es miembro de ese cuerpo. (I Corintios 12, 27)

  • Ahora vemos como por medio de un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de una manera imperfecta; entonces conoceré de la misma manera que Dios me conoce a mí. (I Corintios 13, 12)

  • Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo algunos de vosotros dicen que no hay resurrección de los muertos? (I Corintios 15, 12)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina