Encontrados 296 resultados para: unos

  • para que sepáis qué camino habéis de seguir, pues no habéis pasado nunca hasta ahora por este camino. Pero que haya entre vosotros y el arca una distancia de unos 2.000 codos: no os acerquéis.» (Josué 3, 4)

  • Pasaron unos 40.000 guerreros armados, dispuestos al combate, delante de Yahveh, hacia la llanura de Jericó. (Josué 4, 13)

  • Josué envió de Jericó a Ay, que está (junto a Bet Avén) al oriente de Betel, unos hombres, diciéndoles: «Subid a explorar el país.» Los hombres subieron y exploraron Ay. (Josué 7, 2)

  • Subieron a Ay unos 3.000 hombres del pueblo, pero tuvieron que huir ante los hombres de Ay. (Josué 7, 4)

  • Los hombres de Ay les mataron como unos 36 hombres y los persiguieron más allá de la puerta hasta Sebarim, batiéndolos en la bajada. Entonces desfalleció el corazón del pueblo y se derritió como agua. (Josué 7, 5)

  • Tomó unos 5.000 hombres y tendió con ellos una emboscada entre Betel y Ay, al oeste de la ciudad. (Josué 8, 12)

  • Los otros salieron de la ciudad a su encuentro, de modo que los hombres de Ay se encontraron en medio de los israelitas, unos por un lado y otros por otro. Estos los derrotaron hasta que no quedó superviviente ni fugitivo. (Josué 8, 22)

  • Sois, pues, unos malditos y nunca dejaréis de servir como leñadores y aguadores de la casa de mi Dios.» (Josué 9, 23)

  • Derrotaron en aquella ocasión a los de Moab; eran unos 10.000 hombres, todos fuertes y valientes, y no escapó ni uno. (Jueces 3, 29)

  • Entonces se dijeron unos a otros: «¿Quién habrá hecho esto?» Tras indagar y buscar dijeron: «Es Gedeón, hijo de Joás, el que lo ha hecho.» (Jueces 6, 29)

  • Zébaj y Salmunná estaban en Carcor con su ejército, unos 15.000 hombres, todos los que habían quedado del ejército de los hijos de Oriente. Los que habían caído eran 120.000 guerreros. (Jueces 8, 10)

  • Y todos sus hombres cortaron cada uno su rama; luego siguieron a Abimélek, pusieron las ramas sobre la cripta y prendieron fuego a la cripta con ellos debajo. Así murieron también todos los habitantes de Migdal Siquem, unos mil hombres y mujeres. (Jueces 9, 49)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina