Encontrados 1821 resultados para: señor

  • «Así pues, si tu sierva ha venido para hablar a mi señor el rey estas cosas, es porque me han metido miedo y tu sierva se ha dicho: Hablaré al rey y acaso el rey cumpla la palabra de su esclava, (II Samuel 14, 15)

  • Tu sierva dice: Que la palabra de mi señor el rey traiga la paz, pues mi señor el rey es como el Angel de Dios para discernir el bien y el mal. Y que Yahveh tu Dios sea contigo.» (II Samuel 14, 17)

  • El rey respondió a la mujer y dijo: «No me oculte nada de lo que voy a preguntarte.» La mujer dijo: «Habla, oh rey, mi señor.» (II Samuel 14, 18)

  • Dijo el rey: «¿No anda contigo la mano de Joab en todo esto?» Respondió la mujer: «Por tu vida, oh rey mi señor, que no se desvía ni a la derecha ni a la izquierda nada de lo que el rey mi señor dice. Tu siervo Joab me ha mandado y ha puesto en la boca de tu sierva todas estas palabras. (II Samuel 14, 19)

  • Para abordar con rodeos el tema hizo esto tu siervo Joab. Pero mi señor es prudente como el Angel de Dios y sabe todo cuanto sucede en la tierra.» (II Samuel 14, 20)

  • Cayó Joab sobre su rostro en tierra y postrándose bendijo al rey. Joab dijo: «Hoy ha conocido tu siervo que ha hallado gracia a tus ojos, oh rey mi señor, pues ha cumplido el rey el deseo de su siervo.» (II Samuel 14, 22)

  • Dijeron al rey sus servidores: «Para todo cuanto mi señor el rey elija estamos aquí tus servidores.» (II Samuel 15, 15)

  • Ittay respondió al rey: «¡Por vida de Yahveh y por tu vida, rey mi señor, que donde el rey mi señor esté, para muerte o para vida, allí estará tu siervo!» (II Samuel 15, 21)

  • Pero si tu vuelves a la ciudad y dices a Absalón: "Soy tu siervo, oh rey mi señor; antes serví a tu padre, ahora soy siervo tuyo," podrás frustrar, en favor mío, los consejos de Ajitófel. (II Samuel 15, 34)

  • El rey preguntó: «¿Dónde está el hijo de tu señor?» Sibá respondió al rey: «Se ha quedado en Jerusalén porque se ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.» (II Samuel 16, 3)

  • El rey dijo a Sibá: «Todo lo de Meribbaal es para ti» Sibá respondió: «Me postro ante ti. ¡Que halle yo gracia a tus ojos, oh rey mi señor!» (II Samuel 16, 4)

  • Abisay, hijo de Sarvia, dijo al rey: «¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Voy ahora mismo y le corto la cabeza.» (II Samuel 16, 9)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina