Encontrados 426 resultados para: nadie
y le dijeron: «Hay entre tus siervos cincuenta hombres valerosos; que vayan a buscar a tu señor, no sea que el espíritu de Yahveh se lo haya llevado y le haya arrojado en alguna montaña o algún valle.» El dijo: «No mandéis a nadie.» (II Reyes 2, 16)
Se levantaron al anochecer para ir al campamento de Aram; llegaron hasta el límite del campamento de Aram y no había allí nadie, (II Reyes 7, 5)
Llegaron y llamaron a los guardias de la ciudad y se lo anunciaron diciendo: «Hemos ido al campamento de Aram y no hay nadie, ninguna voz de hombre; sólo los caballos atados, los asnos atados y las tiendas intactas.» (II Reyes 7, 10)
El mayordomo de palacio, el comandante de la ciudad, los ancianos y los preceptores enviaron a decir a Jehú: « Somos siervos tuyos; haremos cuanto nos digas; no proclamaremos rey a nadie; haz lo que parezca bien a tus ojos.» (II Reyes 10, 5)
Envió Jehú mensajeros por todo Israel y vinieron todos los siervos de Baal, no quedó nadie sin venir. Entraron en el templo de Baal quedando lleno el templo de punta a cabo. (II Reyes 10, 21)
Cuando hubo acabado de hacer el holocausto, dijo Jehú a la guardia y a los escuderos: «Entrad y matadles. Que nadie salga.» La guardia y los escuderos entraron, los pasaron a filo de espada y llegaron hasta el santuario del templo de Baal. (II Reyes 10, 25)
Profanó el Tofet del valle de Ben Hinnom, para que nadie hiciera pasar por el fuego a su hijo o a su hija en honor de Mólek. (II Reyes 23, 10)
Dijo él: «Dejadle en paz. Que nadie toque sus huesos.» Y salvaron sus huesos, junto con los huesos del profeta que vino de Samaría. (II Reyes 23, 18)
No hubo antes de él ningún rey que se volviera como él a Yahveh, con todo su corazón, con toda su alma y con toda su fuerza, según toda la ley de Moisés, ni después de él se ha levantado nadie como él. (II Reyes 23, 25)
a nadie permitió oprimirles. Por ellos castigó a los reyes. (I Crónicas 16, 21)
Oh Yahveh, nadie com tú, ni hay Dios fuera de ti, según todo lo que hemos oído con nuestros oídos. (I Crónicas 17, 20)
dijo: «Yahveh, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en el cielo, y no dominas tú en todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano el poder y la fortaleza, sin que nadie pueda resistirte? (II Crónicas 20, 6)