Encontrados 902 resultados para: fuego del cielo

  • Y, puesto ya el sol, surgió en medio de densas tinieblas un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por entre aquellos animales partidos. (Génesis 15, 17)

  • Entonces Yahveh hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego de parte de Yahveh. (Génesis 19, 24)

  • Tomó Abraham la leña del holocausto, la cargó sobre su hijo Isaac, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. (Génesis 22, 6)

  • Dijo Isaac a su padre Abraham: «¡Padre!» Respondió: «¿qué hay, hijo?» - «Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?» (Génesis 22, 7)

  • yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. (Génesis 22, 17)

  • Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras. Y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, (Génesis 26, 4)

  • ¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo y la grosura de la tierra, mucho trigo y mosto! (Génesis 27, 28)

  • Su padre Isaac le dijo por respuesta: «He aquí que lejos de la grosura de la tierra será tu morada, y lejos del rocío que baja del cielo. (Génesis 27, 39)

  • Y asustado dijo: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!» (Génesis 28, 17)

  • El ángel de Yahveh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. (Exodo 3, 2)

  • Dijo Yahveh a Moisés y a Aarón: «Tomad dos grandes puñados de hollín de horno, y que Moisés lo lance hacia el cielo, en presencia de Faraón; (Exodo 9, 8)

  • Tomaron, pues, hollín de horno y presentándose ante Faraón, lo lanzó Moisés hacia el cielo, y hubo erupciones pustulosas en hombres y ganados. (Exodo 9, 10)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina