Encontrados 66 resultados para: esas

  • Así dice Yahveh Sebaot: Reafírmense vuestras manos, vosotros que oís en estos días esas palabras de la boca de los profetas, desde el día en que se echaron los cimientos de la Casa de Yahveh Sebaot, para la reconstrucción del Templo. (Zacarías 8, 9)

  • esas que sus compradores matan impunemente, mientras sus vendedores dicen: «¡Bendito sea Yahveh; ya soy rico!», y a las que no perdonan los pastores. (Zacarías 11, 5)

  • Y si alguien le dice: «¿Y esas heridas que hay entre tus manos?», responderá: «Las he recibido en casa de mis amigos.» (Zacarías 13, 6)

  • Saldrá entonces Yahveh y combatirá contra esas naciones como el día en que él combate, el día de la batalla. (Zacarías 14, 3)

  • Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. (Mateo 6, 32)

  • Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. (Mateo 6, 33)

  • Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar. (Mateo 18, 6)

  • «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. (Marcos 9, 42)

  • Que por todas esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe vuestro Padre que tenéis la necesidad de eso. (Lucas 12, 30)

  • Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura. (Lucas 12, 31)

  • También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. (Juan 10, 16)

  • Pero otros decían: «Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?» (Juan 10, 21)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina