Encontrados 66 resultados para: esas

  • Cuando hayas entrado en la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a cometer abominaciones como las de esas naciones. (Deuteronomio 18, 9)

  • Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahveh tu Dios y por causa de estas abominaciones desaloja Yahveh tu Dios a esas naciones delante de ti. (Deuteronomio 18, 12)

  • Porque esas naciones que vas a desalojar escuchan a astrólogos y adivinos, pero a ti Yahveh tu Dios no te permite semejante cosa. (Deuteronomio 18, 14)

  • (por ejemplo, si va al bosque con su prójimo a cortar leña y, al blandir su mano el hacha para tirar el árbol, se sale el hierro del mango y va a herir mortalmente a su prójimo), éste puede huir a una de esas ciudades y salvar su vida: (Deuteronomio 19, 5)

  • para que no os enseñen a imitar todas esas abominaciones que ellos hacían en honor de sus dioses: ¡pecaríais contra Yahveh vuestro Dios! (Deuteronomio 20, 18)

  • Escribirás en esas piedras todas las palabras de esta Ley. Grábalas bien.» (Deuteronomio 27, 8)

  • No haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Yahveh vuestro Dios para ir a servir a los dioses de esas naciones. No haya entre vosotros raíz que eche veneno o ajenjo. (Deuteronomio 29, 17)

  • Yahveh tu Dios pasará delante de ti, él destruirá ante ti esas naciones y las desalojará. Será Josué quien pasará delante de ti, como ha dicho Yahveh. (Deuteronomio 31, 3)

  • Esa fue la heredad de los hijos de Zabulón, por clanes: esas ciudades y sus aldeas. (Josué 19, 16)

  • Esa fue la heredad de la tribu de los hijos de Aser, por clanes: esas ciudades y sus aldeas. (Josué 19, 31)

  • Esa fue la heredad de la tribu de los hijos de Dan, por clanes: esas ciudades y sus aldeas. (Josué 19, 48)

  • Esas son las heredades que el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, y los jefes de familia sortearon entre las tribus de Israel en Silo, en presencia de Yahveh, a la entrada de la Tienda del Encuentro; y así se terminó el reparto de la tierra. (Josué 19, 51)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina