Encontrados 1394 resultados para: David y el Arca de la Alianza

  • Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bibiereis, hacedlo en recuerdo mío.» (I Corintios 11, 25)

  • el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata mas el Espíritu da vida. (II Corintios 3, 6)

  • Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, según mi Evangelio; (II Timoteo 2, 8)

  • vuelve a señalar un día, hoy, diciendo por David al cabo de tanto tiempo, como queda dicho: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones... (Hebreos 4, 7)

  • por eso, de una mejor Alianza resultó fiador Jesús. (Hebreos 7, 22)

  • Mas ahora ha obtenido él un ministerio tanto mejor cuanto es Mediador de una mejor Alianza, como fundada en promesas mejores. (Hebreos 8, 6)

  • Porque les dice en tono de reproche: He aquí que días vienen, dice el Señor, y concertaré con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva Alianza, (Hebreos 8, 8)

  • no como la Alianza que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Como ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, también yo me desentendí de ellos, dice el Señor. (Hebreos 8, 9)

  • Esta es la Alianza que pactaré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • También la primera Alianza tenía sus ritos litúrgicos y su santuario terreno. (Hebreos 9, 1)

  • que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de la Alianza - completamente cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná, la vara de Aarón que retoño y las tablas de la Alianza. (Hebreos 9, 4)

  • Encima del arca, los querubines de gloria que cubrían con su sombra el propiciatorio. Mas no es éste el momento de hablar de todo ello en detalle. (Hebreos 9, 5)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina