Encontrados 1394 resultados para: David y el Arca de la Alianza

  • y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» (Lucas 18, 38)

  • Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» (Lucas 18, 39)

  • Les preguntó: «¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? (Lucas 20, 41)

  • Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (Lucas 20, 42)

  • David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?» (Lucas 20, 44)

  • Alzando la mirada, vió a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; (Lucas 21, 1)

  • De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros. (Lucas 22, 20)

  • ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?» (Juan 7, 42)

  • «Hermanos, era preciso que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, había hablado ya acerca de Judas, el que fue guía de los que prendieron a Jesús. (Hechos 1, 16)

  • porque dice de él David: Veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que está a mi derecha, para que no vacile. (Hechos 2, 25)

  • «Hermanos, permitidme que os diga con toda libertad cómo el patriarca David murió y fue sepultado y su tumba permanece entre nosotros hasta el presente. (Hechos 2, 29)

  • Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra (Hechos 2, 34)


“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina