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  • Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bibiereis, hacedlo en recuerdo mío.» (I Corintios 11, 25)

  • el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata mas el Espíritu da vida. (II Corintios 3, 6)

  • Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David, según mi Evangelio; (II Timoteo 2, 8)

  • vuelve a señalar un día, hoy, diciendo por David al cabo de tanto tiempo, como queda dicho: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones... (Hebreos 4, 7)

  • por eso, de una mejor Alianza resultó fiador Jesús. (Hebreos 7, 22)

  • Mas ahora ha obtenido él un ministerio tanto mejor cuanto es Mediador de una mejor Alianza, como fundada en promesas mejores. (Hebreos 8, 6)

  • Porque les dice en tono de reproche: He aquí que días vienen, dice el Señor, y concertaré con la casa de Israel y con la casa de Judá una nueva Alianza, (Hebreos 8, 8)

  • no como la Alianza que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Como ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, también yo me desentendí de ellos, dice el Señor. (Hebreos 8, 9)

  • Esta es la Alianza que pactaré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • También la primera Alianza tenía sus ritos litúrgicos y su santuario terreno. (Hebreos 9, 1)

  • que contenía el altar de oro para el incienso, el arca de la Alianza - completamente cubierta de oro - y en ella, la urna de oro con el maná, la vara de Aarón que retoño y las tablas de la Alianza. (Hebreos 9, 4)

  • Encima del arca, los querubines de gloria que cubrían con su sombra el propiciatorio. Mas no es éste el momento de hablar de todo ello en detalle. (Hebreos 9, 5)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina