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  • Si ustedes saben que él es justo, sepan también que todo el que practica la justicia ha nacido de él. (I Juan 2, 29)

  • El que comete el pecado comete también la iniquidad, porque el pecado es la iniquidad. (I Juan 3, 4)

  • En esto hemos conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. (I Juan 3, 16)

  • Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. (I Juan 4, 11)

  • Este es el mandamiento que hemos recibido de él: el que ama a Dios debe amar también a su hermano. (I Juan 4, 21)

  • El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. (I Juan 5, 1)

  • Y sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero; y nosotros permanecemos en el que es Verdadero, en su Hijo Jesucristo. El es el Dios verdadero y la Vida eterna. (I Juan 5, 20)

  • Yo, el Presbítero -y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad- saludo a la Comunidad elegida y a sus miembros, a los que amo de verdad, (II Juan 1, 1)

  • También estarán con nosotros la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de su Hijo Jesucristo, en la verdad y en el amor. (II Juan 1, 3)

  • Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina está unido al Padre, y también al Hijo. (II Juan 1, 9)

  • También te saludan fraternalmente los hijos de esta Comunidad elegida. (II Juan 1, 13)

  • En cambio, todos dan testimonio en favor de Demetrio, y la verdad confirma este testimonio. Nosotros también lo hacemos, y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero. (III Juan 1, 12)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina