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  • También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios. (Hebreos 10, 21)

  • También la estéril Sara, por la fe, recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. (Hebreos 11, 11)

  • También por la fe, Isaac, en vista de lo que iba a suceder, bendijo a Jacob y a Esaú. (Hebreos 11, 20)

  • Aquel que en esa ocasión hizo temblar la tierra con su voz, ahora nos ha hecho esta promesa: Una vez más haré temblar no sólo la tierra, sino también el cielo. (Hebreos 12, 26)

  • Salgamos nosotros también del campamento, para ir hacia él, cargando su deshonra. (Hebreos 13, 13)

  • Porque el que ha dicho: No cometerás adulterio, dijo también: No matarás. Por lo tanto, si evitas el adulterio, pero cometes un homicidio, te haces transgresor de la Ley. (Santiago 2, 11)

  • ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. Los demonios también creen, y sin embargo, tiemblan. (Santiago 2, 19)

  • Como ven, el hombre no es justificado sólo por la fe, sino también por las obras. (Santiago 2, 24)

  • También la lengua es un fuego: es un mundo de maldad puesto en nuestros miembros, que contamina todo el cuerpo, y encendida por el mismo infierno, hace arder todo el ciclo de la vida humana. (Santiago 3, 6)

  • Porque donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad. (Santiago 3, 16)

  • Así como aquel que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, (I Pedro 1, 15)

  • también ustedes, a manera de piedras vivas, son edificados como una casa espiritual, para ejercer un sacerdocio santo y ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo. (I Pedro 2, 5)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina