Encontrados 611 resultados para: sino

  • Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. (I Juan 4, 10)

  • ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (I Juan 5, 5)

  • Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad. (I Juan 5, 6)

  • Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios lo protege, y el Maligno no le puede hacer nada. (I Juan 5, 18)

  • Yo, el Presbítero -y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad- saludo a la Comunidad elegida y a sus miembros, a los que amo de verdad, (II Juan 1, 1)

  • Y ahora te ruego: amémonos los unos a los otros. Con lo cual no te comunico un nuevo mandamiento, sino el que tenemos desde el principio. (II Juan 1, 5)

  • Querido hermano, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace el bien pertenece a Dios, pero el que hace el mal no ha visto a Dios. (III Juan 1, 11)

  • Ahora bien, el mismo arcángel Miguel, cuando se enfrentaba con el demonio y discutía con él, respecto del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir contra él ningún juicio injurioso, sino que dijo solamente: «Que el Señor te reprima». (Judas 1, 9)

  • Se les ordenó que no dañaran las praderas ni las plantas ni los árboles, sino solamente a los hombres que no llevaran la marca de Dios sobre la frente. (Apocalipsis 9, 4)

  • Se les permitió, no que los mataran, sino que los atormentaran durante cinco meses, con un dolor parecido al que produce la picadura del escorpión. (Apocalipsis 9, 5)

  • los elegidos cantaban un canto nuevo delante del trono de Dios, y delante de los cuatro Seres Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender este himno, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. (Apocalipsis 14, 3)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina