Encontrados 48 resultados para: quédate

  • Tú dices: ‘He derrotado a Edóm’, y por eso tu corazón se ha engreído y se gloría. ¡Quédate ahora en tu casa! ¿Para qué comprometerte en una guerra desastrosa y sucumbir, tú y Judá contigo?". (II Crónicas 25, 19)

  • Ragüel respondió a Tobías: "Quédate conmigo, hijo mío. Yo enviaré mensajeros a tu padre Tobit, para que le lleven noticias tuyas". (Tobías 10, 8)

  • Quédate en tu campamento y reserva a todos los hombres de tu ejército; basta con que tus servidores se apoderen de la fuente que brota al pie de la montaña, (Judit 7, 12)

  • Judit le dijo: "Quédate tranquilo, señor, porque antes que consuma mis provisiones, el Señor habrá cumplido por mi intermedio lo que tiene determinado". (Judit 12, 4)

  • Mándalos ahora mismo a sus casas, quédate con una pequeña escolta y ven conmigo a Tolemaida. Yo te la entregaré con las otras plazas fuertes, el resto de las tropas y todos los funcionarios. Enseguida emprenderé el regreso, porque para eso he venido". (I Macabeos 12, 45)

  • Si sabes, responde a tu prójimo; de lo contrario, quédate callado. (Eclesiástico 5, 12)

  • Cuando te invite un poderoso, quédate a distancia, y te invitará con más insistencia. (Eclesiástico 13, 9)

  • Mide tu tiempo cuando estés entre los necios, pero quédate largo rato entre la gente de criterio. (Eclesiástico 27, 12)

  • ¡Ah, espada del Señor! ¿Hasta cuándo no descansarás? ¡Vuelve a tu vaina, quédate tranquila y cálmate! (Jeremías 47, 6)

  • Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y quédate de pie delante de todos». Él se levantó y permaneció de pie. (Lucas 6, 8)

  • Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba». Él entró y se quedó con ellos. (Lucas 24, 29)

  • Si ustedes se fijan en el que está muy bien vestido y le dicen: «Siéntate aquí, en el lugar de honor», y al pobre le dicen: «Quédate allí, de pie», o bien: «Siéntate a mis pies», (Santiago 2, 3)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina