Encontrados 48 resultados para: quédate

  • Él le siguió diciendo: "Quédate a la entrada de la carpa, y si viene alguien y te pregunta: ‘¿Hay aquí algún hombre?’, respóndele que no". (Jueces 4, 20)

  • Pero el Señor le respondió: "Quédate en paz. No temas, no morirás". (Jueces 6, 23)

  • Por eso, ven durante la noche con toda la gente que tienes contigo y quédate al acecho en campo abierto. (Jueces 9, 32)

  • Manóaj dijo al Ángel del Señor: "Quédate aquí y te prepararemos un cabrito". (Jueces 13, 15)

  • diciendo: "Pensé que ya no la querías y se la di a tu compañero. Quédate en cambio con su hermana menor, que es más hermosa". (Jueces 15, 2)

  • Entonces Micá le dijo: "Quédate conmigo, y serás para mí un padre y un sacerdote. Yo te daré diez siclos de plata al año, además de la ropa y la comida". Ante su insistencia, (Jueces 17, 10)

  • Cuando el levita se levantó para partir con su concubina y su servidor, el padre de la joven le dijo: "Ya se está haciendo tarde. Quédate aquí esta noche y pasarás un momento agradable. Mañana de madrugada se pondrán en camino y regresarás a tu casa". (Jueces 19, 9)

  • Entonces Booz dijo a Rut: "¡Óyeme bien, hija mía! No vayas a recoger espigas a otro campo ni te alejes para nada de aquí; quédate junto a mis servidores. (Rut 2, 8)

  • Noemí respondió: "Quédate tranquila, hija mía, hasta que veas cómo se resuelve todo esto. Seguramente este hombre no descansará hasta arreglar hoy mismo este asunto". (Rut 3, 18)

  • Elcaná, su marido, le dijo: "Puedes hacer lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado, y ojalá que el Señor cumpla su palabra". La mujer se quedó, y crió a su hijo hasta que lo destetó. (I Samuel 1, 23)

  • y lo mismo sucederá pasado mañana. Por eso, desciende bien abajo, al lugar donde estuviste escondido la otra vez, y quédate junto a aquel montón de piedras. (I Samuel 20, 19)

  • Pero quédate conmigo y no temas. El que atenta contra tu vida, atenta contra la mía. Junto a mí, estarás bien protegido". (I Samuel 22, 23)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina