Encontrados 103 resultados para: propios

  • los grandes portentos que has visto con tus propios ojos y los signos que él realizó, cuando con mano poderosa y brazo fuerte te hizo salir de Egipto. Así tratará el Señor, tu Dios, a todos los pueblos que temes enfrentar. (Deuteronomio 7, 19)

  • Sí, son ustedes los que han visto, con sus propios ojos, la gran obra que realizó el Señor. (Deuteronomio 11, 7)

  • Sé un hombre de palabra, y cumple el voto que hagas espontáneamente al Señor, tu Dios, expresándolo con tus propios labios. (Deuteronomio 23, 24)

  • Moisés convocó a todo Israel, y le dijo: Ustedes han visto con sus propios ojos lo que el Señor hizo en Egipto al Faraón, a sus servidores y a todo su país: (Deuteronomio 29, 1)

  • el que dijo de su padre y de su madre: ‘No los he visto’; el que no reconoció a sus hermanos e ignoró hasta a sus propios hijos. Porque ellos observaron tu palabra y mantuvieron tu alianza. (Deuteronomio 33, 9)

  • Y el Señor le dijo: "Esta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: ‘Yo se la daré a tus descendientes’. Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella". (Deuteronomio 34, 4)

  • Pero ellos pidieron auxilio al Señor: él interpuso una densa oscuridad entre ustedes y los egipcios, y envió contra ellos el mar, que los cubrió. Ustedes vieron con sus propios ojos lo que hice en Egipto. Luego permanecieron en el desierto durante largo tiempo, (Josué 24, 7)

  • Gedeón tuvo setenta hijos propios, porque tenía muchas mujeres. (Jueces 8, 30)

  • Les quitará sus mejores esclavos, sus bueyes y sus asnos, para emplearlos en sus propios trabajos. (I Samuel 8, 16)

  • Hoy has visto con tus propios ojos que el Señor te puso en mis manos dentro de la cueva. Aquí se habló de matarte, pero yo tuve compasión de ti y dije: ‘No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido del Señor’. (I Samuel 24, 11)

  • Por eso tú eres grande Señor, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, por todo lo que hemos escuchado con nuestros propios oídos. (II Samuel 7, 22)

  • Así habla el Señor: ‘Yo haré surgir de tu misma casa la desgracia contra ti. Arrebataré a tus mujeres ante tus propios ojos y se las daré a otro, que se acostará con ellas en pleno día. (II Samuel 12, 11)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina