Encontrados 102 resultados para: otras

  • Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. (Lucas 5, 29)

  • Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes. (Lucas 8, 3)

  • Si aun las cosas más pequeñas superan sus fuerzas, ¿por qué se inquietan por las otras? (Lucas 12, 26)

  • Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", perdónalo». (Lucas 17, 4)

  • Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. (Juan 10, 16)

  • Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían. (Juan 21, 25)

  • En efecto, mientras me paseaba mirando los monumentos sagrados que ustedes tienen, encontré entre otras cosas un altar con esta inscripción: "Al dios desconocido". Ahora, yo vengo a anunciarles eso que ustedes adoran sin conocer. (Hechos 17, 23)

  • Por eso, Dios los entregó también a pasiones vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por otras contrarias a la naturaleza. (Romanos 1, 26)

  • y demuestran que lo que ordena la Ley está inscrito en sus corazones. Así lo prueba el testimonio de su propia conciencia, que unas veces los acusa y otras los disculpa, (Romanos 2, 15)

  • En cuanto a las otras preguntas, les digo yo, no el Señor: Si un hombre creyente tiene una esposa que no cree, pero ella está dispuesta a convivir con él, que no la abandone. (I Corintios 7, 12)

  • uno es el resplandor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas, y aun las estrellas difieren unas de otras por su resplandor. (I Corintios 15, 41)

  • Yo he despojado a otras Iglesias, aceptando su ayuda, para poder servirlos a ustedes. (II Corintios 11, 8)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina