Encontrados 102 resultados para: otras

  • la tomaron, y pasaron al filo de la espada a la ciudad, a su rey, a sus otras ciudades y a todos los seres vivientes que había en ella. Josué no dejó a nadie con vida, sino que hizo con ella lo mismo que había hecho con Eglón: consagró al exterminio a la ciudad y a todos los seres vivientes que había en ella. (Josué 10, 37)

  • y se apoderó de la ciudad, de su rey y de todas sus otras ciudades. Los israelitas los pasaron al filo de la espada, y consagraron al exterminio a todos los seres vivientes que había en la ciudad, sin dejar a nadie con vida. Josué trató a Debir como había tratado a Hebrón y a su rey, y como había tratado a Libná y a su rey. (Josué 10, 39)

  • Asimismo, los israelitas habían pasado al filo de la espada al adivino Balaam, hijo de Beor, junto con las otras víctimas. (Josué 13, 22)

  • Porque a las otras dos tribus y media, Moisés ya les había asignado una herencia al otro lado del Jordán, pero a los levitas no les había dado ninguna herencia en medio de ellos. (Josué 14, 3)

  • Dalila gritó: "¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!". Al despertar de su sueño, Sansón pensó: "Saldré del paso como las otras veces y me libraré". Pero no sabía que el Señor se había apartado de él. (Jueces 16, 20)

  • Al tercer día, los israelitas avanzaron contra Benjamín, y dispusieron sus filas contra Guibeá, como las otras veces. (Jueces 20, 30)

  • Los benjaminitas les salieron al encuentro, dejándose arrastrar lejos de la ciudad, y comenzaron como las otras veces a matar gente por los senderos que suben, uno a Betel y el otro a Gabaón. Así mataron a unos treinta hombres de Israel, sobre el campo raso. (Jueces 20, 31)

  • Entonces vino el Señor, se detuvo, y llamó como las otras veces: "¡Samuel, Samuel!". Él respondió: "Habla, porque tu servidor escucha". (I Samuel 3, 10)

  • David tomó otras concubinas y esposas después que llegó de Hebrón, y le nacieron más hijos e hijas. (II Samuel 5, 13)

  • Aquellos leprosos llegaron al extremo del campamento y entraron en una carpa; y después que comieron y bebieron, se llevaron de allí plata, oro y ropa, y fueron a esconderlos. Después volvieron, entraron en otra carpa, y se llevaron otras cosas que también fueron a esconder. (II Reyes 7, 8)

  • A las otras familias de los descendientes de Quehat, les tocaron en suerte ciudades de la tribu de Efraím. (I Crónicas 6, 51)

  • David tomó como esposas a otras mujeres en Jerusalén y tuvo más hijos e hijas. (I Crónicas 14, 3)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina