Encontrados 180 resultados para: grandes

  • Además, mandó construir en Jerusalén máquinas de guerra ideadas por expertos, para ser colocadas sobre las torres y los ángulos, a fin de arrojar flechas y grandes piedras. Su fama se extendió hasta muy lejos, porque con la ayuda extraordinaria de Dios llegó a hacerse fuerte. (II Crónicas 26, 15)

  • Él tenía bajo sus órdenes a Eden, Miniamín, Josué, Semaías, Amarías y Secanías, repartidos permanentemente en las ciudades sacerdotales para proveer a sus hermanos, tanto pequeños como grandes, según sus clases: (II Crónicas 31, 15)

  • Todos los objetos de la Casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la Casa del Señor, y los tesoros del rey y de sus jefes, todo se lo llevó a Babilonia. (II Crónicas 36, 18)

  • Ellos cantaban al Señor, alabándolo y dándole gracias: "Porque él es bueno, porque es eterno su amor hacia Israel". Y todo el pueblo prorrumpía en grandes aclamaciones, alabando al Señor, porque se ponían los cimientos de la Casa del Señor. (Esdras 3, 11)

  • No se podía distinguir entre las aclamaciones de júbilo y el llanto de la gente, porque las aclamaciones del pueblo eran tan grandes que se oían desde lejos. (Esdras 3, 13)

  • Todo el pueblo se fue a comer y a beber, a repartir porciones y a hacer grandes festejos, porque habían comprendido las palabras que les habían enseñado. (Nehemías 8, 12)

  • Pero después fueron indóciles y se rebelaron contra ti: arrojaron tu Ley a sus espaldas, mataron a los profetas que los conminaban a volver a ti, y cometieron grandes ultrajes. (Nehemías 9, 26)

  • Durante su reinado, en medio de los grandes bienes que les concediste, y en la tierra espaciosa y fértil que les entregaste, ellos no te sirvieron ni se convirtieron de sus malas acciones. (Nehemías 9, 35)

  • Yo mandé entonces a los jefes de Judá que subieran a las murallas y organicé dos grandes coros. El primero avanzaba por encima de las murallas hacia la derecha, en dirección de la puerta del Basural. (Nehemías 12, 31)

  • Aquel día, se ofrecieron grandes sacrificios y hubo mucha alegría, porque Dios les había dado un gran motivo de gozo. También las mujeres y los niños compartían la alegría, y el regocijo de Jerusalén se oía desde lejos. (Nehemías 12, 43)

  • Y toda la asamblea prorrumpió en un amargo llanto, implorando a grandes voces al Señor Dios. (Judit 7, 29)

  • Cuando terminó de hablar, el pueblo la aclamó dando grandes vítores, y los gritos de júbilo se extendieron por toda la ciudad. (Judit 14, 9)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina