Encontrados 897 resultados para: espada del Espíritu

  • Josué tomó asimismo todas las ciudades de aquellos reyes, y a estos últimos los capturó y los pasó al filo de la espada, consagrándolos al exterminio, como Moisés, el servidor del Señor, se lo había ordenado. (Josué 11, 12)

  • El botín de estas ciudades, incluido el ganado, se lo repartieron los israelitas; a las personas, en cambio, las pasaron al filo de la espada, hasta acabar con todos. No dejaron a nadie con vida. (Josué 11, 14)

  • Asimismo, los israelitas habían pasado al filo de la espada al adivino Balaam, hijo de Beor, junto con las otras víctimas. (Josué 13, 22)

  • Pero aquel territorio resultaba demasiado estrecho para los hijos de Dan, y por eso subieron a atacar a Lesem. La tomaron y la pasaron al filo de la espada; y una vez que la ocuparon, se establecieron en ella, llamándola Dan, por el nombre de su padre. (Josué 19, 47)

  • Hice cundir delante de ustedes el pánico, que puso en fuga a toda esa gente y a los dos reyes amorreos. Esto no se lo debes ni a tu espada ni a tu arco. (Josué 24, 12)

  • La tribu de Judá atacó a Jerusalén; la tomaron, pasaron a sus habitantes al filo de la espada e incendiaron la ciudad. (Jueces 1, 8)

  • Él les indicó el acceso a la ciudad, y ellos pasaron a sus habitantes al filo de la espada, pero dejaron ir a aquel hombre con toda su familia. (Jueces 1, 25)

  • El espíritu del Señor descendió sobre Otniel: él fue juez en Israel y salió a combatir. El Señor entregó en sus manos a Cusán Riseataim, rey de Edóm, y su mano prevaleció sobre él. (Jueces 3, 10)

  • Barac persiguió a los carros y al ejército hasta Jaróset Ha Goím, y todo el ejército de Sísara cayó al filo de la espada. No quedó ni un solo sobreviviente. (Jueces 4, 16)

  • Entonces el espíritu del Señor descendió sobre Gedeón: él tocó la trompeta, y los de Abiézer se reunieron detrás de él. (Jueces 6, 34)

  • Su compañero le respondió: "Esto no significa otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, el hombre de Israel. Dios ha puesto en sus manos a Madián y todo su campamento". (Jueces 7, 14)

  • Mientras los trescientos hombres tocaban las trompetas, el Señor hizo que en todo el campamento volvieran la espada unos contra otros. La tropa huyó hasta Bet Sitá, hacia Sartán, hasta la orilla de Abel Mejolá, frente a Tabat. (Jueces 7, 22)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina