Encontrados 897 resultados para: espada del Espíritu

  • Sin ser perseguidos, se atropellarán unos a otros como si tuvieran delante una espada. Ustedes no podrán sostenerse en pie delante de sus adversarios, (Levítico 26, 37)

  • Yo bajaré hasta allí, te hablaré, y tomaré algo del espíritu que tú posees, para comunicárselo a ellos. Así podrán compartir contigo el peso de este pueblo, y no tendrás que soportarlo tú solo. (Números 11, 17)

  • Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo. (Números 11, 25)

  • Dos hombres -uno llamado Eldad y el otro Medad- se habían quedado en el campamento; y como figuraban entre los inscritos, el espíritu se posó sobre ellos, a pesar de que no habían ido a la Carpa. Y también ellos se pusieron a hablar en éxtasis. (Números 11, 26)

  • Pero Moisés le respondió: "¿Acaso estás celoso a causa de mí? ¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor, porque él les infunde su espíritu!". (Números 11, 29)

  • ¿Por qué el Señor nos quiere hacer entrar en esa tierra donde caeremos bajo la espada? ¡Nuestras mujeres y nuestros hijos serán llevados como botín! ¡Más nos valdría regresar a Egipto! (Números 14, 3)

  • En cuanto a mi servidor Caleb, por estar animado de otro espíritu y haberse mantenido fiel a mí, lo llevaré a la tierra donde ya entró una vez, y sus descendientes la poseerán. (Números 14, 24)

  • Los amalecitas y los cananeos saldrán a hacerles frente, y ustedes caerán bajo la espada, porque se han apartado del Señor y él no estará con ustedes". (Números 14, 43)

  • Pero Edóm les respondió: "Ustedes no pasarán por aquí. Si lo hacen, saldré contra ustedes, espada en mano". (Números 20, 18)

  • pero Israel lo pasó al filo de la espada y se apoderó de su territorio, desde el Arnón hasta el Iaboc, y hasta Az de los amonitas, porque Az servía de frontera con los amonitas. (Números 21, 24)

  • Cuando el asna vio al Ángel del Señor parado en el camino, con la espada desenvainada en su mano, se apartó y se fue por el campo. Pero Balaam la castigó para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • "¡Te estás burlando de mí!, respondió Balaam. Si tuviera una espada en mi mano, te mataría ahora mismo". (Números 22, 29)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina