Encontrados 348 resultados para: dioses extranjeros

  • De manera que vale más ser un rey que da prueba de su valentía, o un objeto útil en una casa, del que se sirve su dueño, que ser estos falsos dioses. O vale más ser la puerta de una casa, que asegura lo que hay en ella, o una columna de madera en un palacio real, que ser estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)

  • Pero esos dioses no se parecen a ninguna de estas cosas, ni en belleza ni en poder. (Baruc 6, 62)

  • Por lo tanto, no se puede pensar ni decir que son realmente dioses, ya que no son capaces de hacer justicia ni de favorecer a los hombres. (Baruc 6, 63)

  • Sabiendo, entonces, que no son dioses, no los teman. (Baruc 6, 64)

  • Nos es bien manifiesto, entonces, que de ninguna manera ellos son dioses: por eso, no los teman. (Baruc 6, 68)

  • Así como un espantapájaros en un melonar no protege nada, así sucede también con sus dioses de madera recubiertos de oro y plata. (Baruc 6, 69)

  • Por la púrpura y el lino, que se pudren sobre ellos, ustedes reconocerán que no son dioses; más aún, ellos mismos serán al fin devorados y se convertirán en un oprobio para el país. (Baruc 6, 71)

  • las entregaré como botín a los extranjeros y como despojos a los impíos de la tierra, y ellos las profanarán. (Ezequiel 7, 21)

  • Los haré salir de en medio de la ciudad, los entregaré en manos de extranjeros y les infligiré justos castigos. (Ezequiel 11, 9)

  • Excluiré de entre ustedes a los rebeldes y a los que me han sido infieles: a ellos los haré salir del país donde viven como extranjeros, pero no entrarán en la tierra de Israel, y así ustedes sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 20, 38)

  • Tendrás la muerte de los incircuncisos, en manos de extranjeros, porque yo he hablado -oráculo del Señor-. (Ezequiel 28, 10)

  • Convertiré en tierra seca los canales del Nilo y venderé el país a gente malvada. Devastaré el país y todo lo que hay en él por manos de extranjeros. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 30, 12)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina