Encontrados 348 resultados para: dioses extranjeros

  • También, algunas veces, los sacerdotes sustraen a sus dioses el oro y la plata, que gastan para sí mismos y los dan, incluso, a las prostitutas sagradas. (Baruc 6, 9)

  • Adornan con vestidos a estos dioses de plata, oro y madera, como si fueran hombres, pero ellos no pueden librarse del orín y de la polilla, (Baruc 6, 10)

  • Por todo esto aparece claro que ellos no son dioses: no los teman, entonces. (Baruc 6, 14)

  • Así como una vasija rota ya no sirve para nada, así sucede también con sus dioses, una vez instalados en sus templos: (Baruc 6, 15)

  • Y así como a un hombre que ha ofendido al rey, se lo encierra en una celda, porque está condenado a muerte, así también los sacerdotes refuerzan los templos de esos dioses con puertas, cerrojos y trancas, para que no sean despojados por los ladrones. (Baruc 6, 17)

  • Encienden lámparas, en mayor número aún que para sí mismos, aunque los dioses no pueden ver ninguna de ellas. (Baruc 6, 18)

  • Por todo esto, ustedes reconocerán que no son dioses: no los teman, entonces. (Baruc 6, 22)

  • Como no tienen pies, son llevados en andas, mostrando así a los hombres que no valen nada. Y sus propios servidores también tienen que avergonzarse, porque si esos dioses caen por tierra, ellos tienen que levantarlos. (Baruc 6, 25)

  • Sabiendo, entonces, por estas cosas que no son dioses, no los teman. (Baruc 6, 28)

  • ¿Cómo se los puede llamar dioses? ¡Si son mujeres las que sirven a esos dioses de plata, de oro y de madera! (Baruc 6, 29)

  • gritan y vociferan delante de sus dioses, como lo hacen algunos en un banquete fúnebre. (Baruc 6, 31)

  • Ellos quitan los vestidos a los dioses para vestir a sus mujeres y a sus hijos. (Baruc 6, 32)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina