Encontrados 143 resultados para: descendencia sacerdotal

  • Sólo podrán comer de ella los varones de la familia sacerdotal, y tendrá que ser comida en el recinto sagrado: es una cosa santísima. (Levítico 7, 6)

  • para no profanar su descendencia en medio de su pueblo, porque yo soy el Señor, que lo santifico. (Levítico 21, 15)

  • Esta era la descendencia de Aarón y de Moisés, cuando el Señor habló a Moisés sobre la montaña del Sinaí: (Números 3, 1)

  • Yo te doy todas las ofrendas que los israelitas ponen aparte para el Señor. Te las doy a ti, a tus hijos y a tus hijas, como un derecho irrevocable. Esta será una alianza de sal -una alianza eterna- para ti y tu descendencia, delante del Señor. (Números 18, 19)

  • En favor de él y de su descendencia habrá una alianza que le asegurará el sacerdocio para siempre, porque se mostró celoso por su Dios, e hizo expiación por los israelitas". (Números 25, 13)

  • Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; (Deuteronomio 4, 37)

  • Sin embargo, sólo con tus padres se unió con lazos de amor, y después de ellos los eligió a ustedes, que son su descendencia, prefiriéndolos a todos los demás pueblos. (Deuteronomio 10, 15)

  • y podrán vivir largo tiempo en la tierra que el Señor juró dar a sus padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 11, 9)

  • él te castigará, a ti y a tu descendencia, con calamidades extraordinarias. Serán calamidades grandes y persistentes, enfermedades malignas e incurables. (Deuteronomio 28, 59)

  • Pero yo tomé a Abraham, el padre de ustedes, del otro lado del Río, y le hice recorrer todo el país de Canaán. Multipliqué su descendencia, y le di como hijo a Isaac. (Josué 24, 3)

  • Que el Señor te dé una descendencia por medio de esta joven, para que tu casa sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá". (Rut 4, 12)

  • Esta es la descendencia de Peres: Peres fue padre de Jesrón; (Rut 4, 18)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina