Encontrados 143 resultados para: descendencia sacerdotal

  • Tú mismo has afirmado: ‘Yo seré bondadoso contigo y haré que tu descendencia sea una multitud incontable como la arena del mar’". (Génesis 32, 13)

  • La tierra que di a Abraham y a Isaac, ahora te la doy a ti y a tu descendencia". (Génesis 35, 12)

  • La descendencia de Esaú -es decir, de Edóm- es la siguiente: (Génesis 36, 1)

  • Esta es la descendencia de Esaú, padre de Edóm, en la montaña de Seír. (Génesis 36, 9)

  • Judá dijo entonces a Onán: "Únete a la viuda de Er, para cumplir con tus deberes de cuñado y asegurar una descendencia a tu hermano". (Génesis 38, 8)

  • Pero Onán, sabiendo que la descendencia no le pertenecería, cada vez que se unía con ella, derramaba el semen en la tierra para evitar que su hermano tuviera una descendencia. (Génesis 38, 9)

  • diciendo: ‘Yo te haré fecundo y numeroso, haré nacer de ti una asamblea de pueblos, y daré esta tierra a tu descendencia después de ti, en posesión perpetua’. (Génesis 48, 4)

  • Luego Israel dijo a José: "Yo pensaba que nunca más volvería a ver tu rostro, y ahora Dios me permite ver también tu descendencia". (Génesis 48, 11)

  • Aarón irá revestido del manto para ejercer su función sacerdotal, y el sonido de las campanillas tendrá que oírse cuando entre en el Santuario, delante del Señor, y cuando salga de él. Así no morirá. (Exodo 28, 35)

  • Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: ‘Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia’". (Exodo 32, 13)

  • Entonces Moisés dijo: "Reciban hoy la investidura sacerdotal de parte del Señor, uno a costa de su hijo, otro a costa de su hermano, y que él les de hoy una bendición". (Exodo 32, 29)

  • Sólo podrán comer de ella los varones de la familia sacerdotal: es una cosa santísima. (Levítico 6, 22)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina