Encontrados 725 resultados para: cal

  • A causa de esto, me lamentaré y gemiré, andaré descalzo y desnudo, lanzaré aullidos como los chacales, gritos lastimeros como los avestruces. (Miqueas 1, 8)

  • ¡Arráncate los cabellos, córtalos, a causa de tus hijos queridos! ¡Agranda tu calvicie como la del buitre, porque han ido al cautiverio, lejos de ti! (Miqueas 1, 16)

  • Ellos devoran la carne de mi pueblo, le arrancan la piel, le quiebran los huesos, lo despedazan como carne que se echa en la olla, como carne dentro de la caldera. (Miqueas 3, 3)

  • Mi enemiga lo verá y se cubrirá de vergüenza, ella, que me decía: "¿Dónde está el Señor, tu Dios?". Mis ojos gozarán al verla, cuando sea pisoteada como el barro de las calles. (Miqueas 7, 10)

  • ¿Que traman ustedes contra el Señor? Él aniquila por completo, y la calamidad no se repetirá dos veces. (Nahún 1, 9)

  • Sí, yo voy a suscitar a los caldeos, ese pueblo salvaje e impetuoso, que recorre las extensiones de la tierra, para usurpar moradas ajenas. (Habacuc 1, 6)

  • Tus ojos son demasiado puros para mirar el mal y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué, entonces, contemplas a los traidores y callas cuando el impío devora a uno más justo que él? (Habacuc 1, 13)

  • Te has saciado de ignominia, no de gloria; ¡bebe tú también y muestra tu prepucio! El cáliz de la mano del Señor se volverá sobre ti, y tu gloria se convertirá en ignominia. (Habacuc 2, 16)

  • Porque Gaza será abandonada y Ascalón quedará desolada; Asdod será expulsada en pleno día y Ecrón será arrancada de raíz. (Sofonías 2, 4)

  • Y la liga pertenecerá al resto del pueblo de Judá: apacentarán sus ganados junto al mar y al caer la tarde, descansarán en las casas de Ascalón; porque el Señor, su Dios, los visitará y cambiará su suerte. (Sofonías 2, 7)

  • Yo he arrasado naciones, sus almenas fueron destruidas; dejé desiertas sus calles, nadie las transita; sus ciudades fueron saqueadas, ¡no queda ni un hombre, ni un solo habitante! (Sofonías 3, 6)

  • "Si alguien lleva en los pliegues de su ropa carne ofrecida en sacrificio y toca con ellos pan, caldo, vino, aceite o cualquier clase de alimentos, ¿todo esto quedará consagrado?". Los sacerdotes respondieron: "¡No!". (Ageo 2, 12)


“O amor é a rainha das virtudes. Como as pérolas se ligam por um fio, assim as virtudes, pelo amor. Fogem as pérolas quando se rompe o fio. Assim também as virtudes se desfazem afastando-se o amor”. São Padre Pio de Pietrelcina