Encontrados 725 resultados para: cal

  • Los hijos de Judá fueron a Guilgal, donde estaba Josué; y Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, le dijo: "Tú sabes muy bien lo que el Señor dijo a Moisés, el hombre de Dios, acerca de mí y de ti, en Cades Barné. (Josué 14, 6)

  • Entonces Josué bendijo a Caleb, hijo de Iefuné, y le dio Hebrón como herencia. (Josué 14, 13)

  • Por eso Hebrón ha sido hasta el día de hoy la herencia de Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, ya que él se había mantenido plenamente fiel al Señor, el Dios de Israel. (Josué 14, 14)

  • A Caleb, hijo de Iefuné, se le asignó una parte en medio de los hijos de Judá, como el Señor se lo había ordenado a Josué. Esa parte era Quiriat Arbá -Arbá era el padre de Anac y Quiriat Arbá es Hebrón-. (Josué 15, 13)

  • Caleb expulsó de allí a los tres hijos de Anac -Sesai, Ajimán y Talmai- descendientes de Anac. (Josué 15, 14)

  • Entonces Caleb dijo: "Al que derrote y conquiste a Quiriat Séfer, yo le daré como esposa a mi hija Acsá". (Josué 15, 16)

  • El que la conquistó fue Otniel, hijo de Quenaz y hermano de Caleb, y este le dio como esposa a su hija Acsá. (Josué 15, 17)

  • Cuando ella llegó a la casa de su esposo, este le sugirió que pidiera un campo a su padre. Ella se bajó del asno, y Caleb le preguntó: "¿Qué quieres?". (Josué 15, 18)

  • Los campos de cultivo y los poblados próximos a la ciudad, en cambio, ya habían sido dados a Caleb, hijo de Iefuné. (Josué 21, 12)

  • Entonces Caleb dijo: "Al que derrote y conquiste a Quiriat Séfer, yo le daré como esposa a mi hija Acsá". (Jueces 1, 12)

  • El que la conquistó fue Otniel, hijo de Quenaz y hermano menor de Caleb, y este le dio como esposa a su hija Acsá. (Jueces 1, 13)

  • Cuando ella llegó a la casa de su esposo, este le sugirió que pidiera un campo a su padre. Ella se bajó del asno, y Caleb le preguntó: "¿Qué quieres?". (Jueces 1, 14)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina