Encontrados 725 resultados para: cal

  • y la décima parte de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, como oblación por cada cordero. Así el holocausto será una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor. (Números 28, 13)

  • Con ellos presentarán, como oblación por el novillo, tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite; dos décimas partes por el carnero, (Números 28, 20)

  • Con ellos, presentarán, como oblación por cada novillo, tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite; dos décimas partes por cada carnero, (Números 28, 28)

  • También presentarán, como oblación por el novillo, tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite; dos décimas partes por el carnero, (Números 29, 3)

  • con la oblación correspondiente: tres décimas partes de una medida de harina de la mejor calidad, amasada con aceite, por el novillo; dos décimas partes por el carnero, (Números 29, 9)

  • con su oblación de harina de la mejor calidad, amasada con aceite: tres décimas partes de una medida por cada uno de los trece novillos, dos décimas partes por cada uno de los dos carneros (Números 29, 14)

  • Ninguno, excepto Caleb, hijo de Iefuné, el quenizita, y Josué, hijo de Nun, que permanecieron fieles al Señor’. (Números 32, 12)

  • Además, se repartirán el país entre sus clanes por medio de un sorteo, asignando una herencia mayor al grupo más numeroso, y una herencia más pequeña al grupo más reducido: cada uno tendrá lo que le toque en suerte, y se repartirán la tierra entre las tribus patriarcales. (Números 33, 54)

  • Porque las familias patriarcales de la tribu de los rubenitas, las familias de la tribu de los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés ya recibieron su herencia: (Números 34, 14)

  • Los nombres de esas personas son los siguientes: Por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Iefuné; (Números 34, 19)

  • El único que podrá verla es Caleb, el hijo de Iefuné. A él y a sus hijos les daré la tierra que sus pies han pisado, porque él ha sido siempre fiel al Señor". (Deuteronomio 1, 36)

  • Yo les transmití la advertencia, pero ustedes no me escucharon y, rebelándose contra la palabra del Señor, tuvieron la osadía de escalar la montaña. (Deuteronomio 1, 43)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina