Encontrados 314 resultados para: Rut

  • Pero Rut le respondió: "No insistas en que te abandone y me vuelva, porque yo iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. (Rut 1, 16)

  • Al ver que Rut se obstinaba en ir con ella, Noemí dejó de insistir. (Rut 1, 18)

  • Así regresó Noemí con su nuera, la moabita Rut, la que había venido de los campos de Moab. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la cosecha de la cebada. (Rut 1, 22)

  • Rut, la moabita, dijo una vez a Noemí: "Déjame ir a recoger espigas al campo, detrás de alguien que me haga ese favor". "Puedes ir, hija mía", le respondió ella. (Rut 2, 2)

  • Entonces Rut se puso a recoger espigas en el campo, detrás de los que cosechaban, y tuvo la suerte de hacerlo en una parcela perteneciente a Booz, el de la familia de Elimélec. (Rut 2, 3)

  • Entonces Booz dijo a Rut: "¡Óyeme bien, hija mía! No vayas a recoger espigas a otro campo ni te alejes para nada de aquí; quédate junto a mis servidores. (Rut 2, 8)

  • Rut se postró con el rostro en tierra y exclamó: "¿Por qué te he caído en gracia para que te fijes en mí, si no soy más que una extranjera?". (Rut 2, 10)

  • Rut le dijo: "¡Ojalá pueda contar siempre con tu favor! Tú me has consolado y me has hablado amistosamente, a pesar de que ni siquiera soy como una de tus servidoras". (Rut 2, 13)

  • A la hora de la comida, Booz le dijo: "Acércate aquí; come de este pan y moja tu bocado en el vinagre". Rut se sentó al lado de los cosechadores y él le ofreció un puñado de grano tostado. Ella comió hasta quedar saciada y aún le sobró. (Rut 2, 14)

  • Así Rut estuvo recogiendo espigas hasta el atardecer. Luego desgranó lo que había recogido, y era casi una bolsa de cebada. (Rut 2, 17)

  • Su suegra le preguntó: "¿Dónde has ido hoy a recoger espigas? ¿Dónde estuviste trabajando? ¡Bendito sea el que se interesó por ti!". Rut contó a su suegra con quién había estado trabajando y le dijo: "Estuve trabajando en el campo de un hombre llamado Booz". (Rut 2, 19)

  • Rut dijo a su suegra: "Incluso me permitió quedarme con sus servidores hasta que termine la cosecha". (Rut 2, 21)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina