Encontrados 125 resultados para: Registro de Familias

  • todos estos que han sido mencionados por sus nombres, fueron jefes en sus clanes, y sus familias se multiplicaron considerablemente. (I Crónicas 4, 38)

  • Sus hermanos, agrupados por familias según sus genealogías, eran Ieiel, el primero, luego Zacarías, (I Crónicas 5, 7)

  • Sus hermanos, agrupados por familias, fueron Micael, Mesulám, Sebá, Iorai, Iacán, Zía y Héber: siete en total. (I Crónicas 5, 13)

  • Ají, hijo de Abdiel, hijo de Guní, era jefe de sus familias. (I Crónicas 5, 15)

  • Estos son los jefes de sus familias: Efer, Isei, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Iajdiel, hombres valientes y jefes famosos de sus respectivas familias. (I Crónicas 5, 24)

  • Los hijos de Merarí fueron Majlí y Musí. Estas son las familias de los levitas, agrupadas según sus padres. (I Crónicas 6, 4)

  • Y de la tribu de Benjamín, se les dio Gueba, Alémet y Anatot, con sus respectivos campos de pastoreo. En total, sus ciudades fueron trece, distribuidas según sus familias. (I Crónicas 6, 45)

  • A los otros hijos de Quehat les dieron por sorteo, conforme a sus familias, diez ciudades de la tribu de Efraím, de la tribu de Dan y de media tribu de Manasés. (I Crónicas 6, 46)

  • A los hijos de Gersón, según sus familias, les correspondieron trece ciudades de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tribu de Manasés en el Basán. (I Crónicas 6, 47)

  • A los hijos de Merarí, según sus familias, les tocaron en suerte doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón. (I Crónicas 6, 48)

  • A las otras familias de los descendientes de Quehat, les tocaron en suerte ciudades de la tribu de Efraím. (I Crónicas 6, 51)

  • Y de la mitad de la tribu de Manasés les fueron asignadas Aner y Bilán, con sus respectivos campos de pastoreo. Esto es lo que se dio a las familias de los otros hijos de Quehat. (I Crónicas 6, 55)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina