Encontrados 111 resultados para: Mefiboset dejado atrás

  • Pero voy hacia adelante, y él no está, hacia atrás, y no lo percibo; (Job 23, 8)

  • Pero él ya decidió: ¿quién lo hará volver atrás? Lo que él desea, lo hace. (Job 23, 13)

  • Nuestro corazón no se volvió atrás ni nuestros pasos se desviaron de tu senda, (Salmos 44, 19)

  • El Mar, al verlos, huyó, el Jordán se volvió atrás; (Salmos 114, 3)

  • ¿Qué tienes, Mar? ¿Por qué huyes? Y tú, Jordán, ¿por qué te vuelves atrás? (Salmos 114, 5)

  • Una vez iniciado el combate, Jonatán extendió su brazo para descargar un golpe sobre Báquides, pero este lo esquivó, echándose atrás. (I Macabeos 9, 47)

  • Toda la cantidad que los agentes del fisco han dejado de pagar, como se hacía en los años precedentes, será entregada desde ahora para las obras del Templo. (I Macabeos 10, 41)

  • Apolonio había dejado mil jinetes ocultos a espaldas de ellos. (I Macabeos 10, 79)

  • El que había dejado a muchos sin sepultura, no tuvo quien lo llorara; nadie le tributó honras fúnebres y no encontró sitio en el sepulcro de sus antepasados. (II Macabeos 5, 10)

  • Si ellos no se hubieran dejado dominar por tantos pecados, también Antíoco habría sido golpeado y hecho desistir de su atrevimiento apenas ingresó en el Santuario, como lo había sido Heliodoro cuando fue enviado por el rey Seleuco para inspeccionar el Tesoro. (II Macabeos 5, 18)

  • Dositeo y Sosípatro, capitanes de Macabeo, avanzaron contra la fortaleza y mataron a los hombres que Timoteo había dejado en ella: eran más de diez mil. (II Macabeos 12, 19)

  • En ese momento supo que Filipo, a quien había dejado en Antioquía al frente del gobierno, se había sublevado. Muy consternado, mandó llamar a los judíos y juró someterse a sus legítimas demandas. Después de esta reconciliación, ofreció un sacrificio, honró al Santuario y se mostró generoso con el Lugar santo. (II Macabeos 13, 23)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina