Encontrados 111 resultados para: Mefiboset dejado atrás

  • Pero si no despojan de sus dominios a los habitantes del país, los que ustedes hayan dejado serán como espinas en sus ojos y como aguijones en su costado, que los asediarán en la tierra donde habiten. (Números 33, 55)

  • como ya me han dejado los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas de Ar. Así podré cruzar el Jordán y llegar a la tierra que nos da el Señor, nuestro Dios". (Deuteronomio 2, 29)

  • Y el Señor le dijo: "Esta es la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob, cuando les dije: ‘Yo se la daré a tus descendientes’. Te he dejado verla con tus propios ojos, pero tú no entrarás en ella". (Deuteronomio 34, 4)

  • Cuando los hombres de Ai volvieron la vista hacia atrás y vieron la humareda que subía de la ciudad hacia el cielo, ya no pudieron escapar ni por un lado ni por el otro, porque la gente que huía hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores. (Josué 8, 20)

  • En efecto, al ver que los hombres emboscados habían tomado la ciudad y que el humo subía de ella, Josué y todo Israel volvieron atrás y acometieron contra los hombres de Ai. (Josué 8, 21)

  • Luego Josué, con todo Israel, volvió atrás hasta Debir, la atacó, (Josué 10, 38)

  • En aquel tiempo, Josué volvió atrás, se apoderó de Jasor y mató a su rey con la espada, porque Jasor había sido antiguamente la cabeza de todos aquellos reinos. (Josué 11, 10)

  • Pero si se vuelven atrás y se unen al resto de esos pueblos que todavía quedan con ustedes; si establecen con ellos lazos de parentesco, mezclándose ustedes con ellos y ellos con ustedes, (Josué 23, 12)

  • Sansón le respondió: "Si me atan con siete cuerdas de arco todavía frescas, que no se han dejado secar, yo me debilitaría y sería un hombre como cualquiera". (Jueces 16, 7)

  • Este hombre había dejado la ciudad de Belén de Judá, tratando de encontrar un sitio donde residir. Llegó a la montaña de Judá y, mientras iba de camino, dio con la casa de Micá. (Jueces 17, 8)

  • Pero la columna de humo empezó a levantarse desde la ciudad, y Benjamín, al mirar atrás, vio que la ciudad entera subía en llamas hacia el cielo. (Jueces 20, 40)

  • Entonces los benjaminitas volvieron, y los hombres de Israel les dieron las mujeres que habían dejado con vida en Iabés de Galaad, pero no alcanzaron para todos. (Jueces 21, 14)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina