Encontrados 101 resultados para: Castigo

  • Caín respondió al Señor: "Mi castigo es demasiado grande para poder sobrellevarlo. (Génesis 4, 13)

  • Al despuntar el alba, los ángeles instaron a Lot, diciéndole: "¡Vamos! Saca a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no seas aniquilado cuando la ciudad reciba su castigo". (Génesis 19, 15)

  • les responderán: ‘Este es el sacrificio de la Pascua del Señor, que pasó de largo en Egipto por las casas de los israelitas, cuando castigó a los egipcios y salvó a nuestras familias’". El pueblo se postró en señal de adoración. (Exodo 12, 27)

  • No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto; porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; (Exodo 20, 5)

  • No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano. (Exodo 20, 7)

  • Y el Señor castigó al pueblo por haber hecho el ternero, el que había fabricado Aarón. (Exodo 32, 35)

  • La carne estaba todavía entre sus dientes, sin masticar, cuando la ira del Señor se encendió contra el pueblo, y el Señor lo castigó con una enorme mortandad. (Números 11, 33)

  • Cuando el asna vio al Ángel del Señor parado en el camino, con la espada desenvainada en su mano, se apartó y se fue por el campo. Pero Balaam la castigó para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • Al verlo, el asna se fue contra el cerco y apretó el pie de Balaam que la castigó nuevamente. (Números 22, 25)

  • No te postrarás ante ellas ni les rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; (Deuteronomio 5, 9)

  • No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano. (Deuteronomio 5, 11)

  • Podrá infligirle hasta cuarenta golpes, pero no más, no sea que castigándolo más de la cuenta, el castigo resulte excesivo y tu hermano quede envilecido a tus ojos. (Deuteronomio 25, 3)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina