Encontrados 68 resultados para: unas

  • Entonces Daniel tomó resina, grasa y pelos y lo coció junto, hizo unas bolas y las metió en el hocico de la serpiente, que reventó en cuanto las tragó. Y Daniel dijo: «Esto es lo que ustedes adoraban. (Daniel 14, 27)

  • Todos por igual me han ofendido, pues me han dejado a mí, su Gloria, por ir a unas vergüenzas. (Oseas 4, 7)

  • Si les gustan unos campos, se los roban; si unas casas, se las toman. Se apoderan de la casa y de su dueño, de un hombre y de su propiedad. (Miqueas 2, 2)

  • Entonces exclamé: «Ya no las cuido más. La que quiera morirse, que se muera; la que quiera perderse, que se pierda; y las que queden, que se desgarren la carne unas a otras.» (Zacarías 11, 9)

  • Unas naciones lucharán contra otras y se levantará un reino contra otro reino; habrá hambre y terremotos en diversos lugares. (Evangelio según San Mateo 24, 7)

  • Otras semillas cayeron en tierra buena: brotaron, crecieron y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. (Evangelio según San Marcos 4, 8)

  • Había unas mujeres que miraban de lejos, entre ellas María Magdalena, María, madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé. (Evangelio según San Marcos 15, 40)

  • Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras: (Evangelio según San Marcos 16, 2)

  • Jesús respondió: «Esta cosa no es por haber pecado él o sus padres, sino para que unas obras de Dios se hagan en él, y en forma clarísima. (Evangelio según San Juan 9, 3)

  • Los sirvientes y los guardias tenían unas brasas encendidas y se calentaban, pues hacía frío. También Pedro estaba con ellos y se calentaba. (Evangelio según San Juan 18, 18)

  • También fue Nicodemo, el que había ido de noche a ver a Jesús, llevando unas cien libras de mirra perfumada y áloe. (Evangelio según San Juan 19, 39)

  • y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. (Hecho de los Apóstoles 2, 3)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina