Encontrados 49 resultados para: realmente

  • Los judíos lo apoyaron, afirmando que realmente las cosas eran así. (Hecho de los Apóstoles 24, 9)

  • Nosotros, si realmente somos fuertes, debemos cargar con la debilidad de quienes no tienen esa fuerza y no buscar nuestro propio agrado. (Carta a los Romanos 15, 1)

  • Con esto no quiero decir que la carne ofrecida al ídolo sea realmente consagrada, o que el ídolo sea algo. (1º Carta a los Corintios 10, 19)

  • Este, al ver descubiertos sus secretos más íntimos, caerá de rodillas, adorará a Dios y proclamará: Dios está realmente entre ustedes. (1º Carta a los Corintios 14, 25)

  • Hermanos, deseamos que conozcan algo de lo que nos tocó padecer en Asia. Realmente fue tan grande el peso de esa prueba que ya habíamos perdido toda esperanza de salir con vida. (2º Carta a los Corintios 1, 8)

  • A quien ustedes perdonen, también yo le perdono, y lo que he perdonado, si realmente tenía algo que perdonar, lo perdoné en atención a ustedes, en presencia de Cristo. (2º Carta a los Corintios 2, 10)

  • Yo sé que puedo contar con ustedes, y estoy realmente orgulloso de ustedes; esto me conforta y me llena de alegría en todas estas amarguras. (2º Carta a los Corintios 7, 4)

  • De ahí que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir de nosotros la enseñanza de Dios, la aceptaron, no como enseñanza de hombres, sino como Palabra de Dios. Porque eso es realmente y como tal actúa en ustedes los creyentes. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 13)

  • Si una mujer ha recibido una formación realmente religiosa, las buenas obras han de ser sus adornos. (1º Carta a Timoteo 2, 10)

  • Atiende a las viudas que son realmente viudas. (1º Carta a Timoteo 5, 3)

  • Una cosa es cierta, y en ella debes insistir: los que creen en Dios han de destacarse en el bien que puedan hacer. Ahí está lo bueno y lo que realmente aprovecha a la sociedad. (Carta a Tito 3, 8)

  • Hermanos, si realmente creen en Jesús, nuestro Señor, el Cristo glorioso, no hagan diferencias entre personas. (Carta de Santiago 2, 1)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina