Encontrados 49 resultados para: realmente

  • Tenía fe, aun cuando me decía: "Realmente yo soy un desdichado". (Salmos 116, 10)

  • Llegado a Jerusalén, fue recibido amigablemente por la ciudad y el Sumo Sacerdote, al que informó de la denuncia que habían hecho. Hizo saber el motivo de su visita, preguntando si las cosas eran realmente así. (2 Macabeos 3, 9)

  • Pero los enemigos de tu pueblo, los que lo oprimieron, eran realmente insensatos, y merecían más lástima que pobres niños ingenuos. (Sabiduría 15, 14)

  • Porque si hay alguien realmente poderoso, ese es el Señor, y los humildes son los que lo honran. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 20)

  • Si ves a un hombre realmente sensato, anda a su casa desde el amanecer, y que tus pies desgasten el umbral de su puerta. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 36)

  • Les voy a decir de qué hay que avergonzarse realmente, porque no debemos tener vergüenza de cualquier cosa, aun cuando otros tienen ideas falsas al respecto. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 16)

  • si todo esto lo ha hecho mi mano y todo esto es mío? dice Yavé. Pero en quien fijo realmente mis ojos es en el pobre y en el corazón arrepentido, que se estremece por mi palabra. (Isaías 66, 2)

  • Realmente de nada sirven los templos en las lomas y las fiestas en los montes. Sólo Yavé, nuestro Dios, es quien salva a Israel. (Jeremías 3, 23)

  • Realmente, harto me han traicionado, tanto la gente de Judá como la de Israel, palabra de Yavé. (Jeremías 5, 11)

  • Entonces los jefes, apoyados por todo el pueblo, dijeron a los sacerdotes y profetas: «Este hombre no merece la muerte, realmente nos ha hablado en nombre de Yavé, nuestro Dios.» (Jeremías 26, 16)

  • "Hijo de hombre, tú vives en medio de rebeldes, que tienen ojos para ver pero no ven, oídos para oír y no oyen. Realmente son una banda de rebeldes. (Ezequiel 12, 2)

  • Te prostituías, pero era al revés de las otras mujeres: nadie corría detrás de ti sino que tú pagabas y nadie te pagaba. Realmente no eras como las demás. (Ezequiel 16, 34)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina