Encontrados 49 resultados para: realmente

  • Actuaron con justicia los que les aplicaron la sentencia que conviene a las mujeres adúlteras, la condenación reservada a las que derraman sangre. ¡Porque realmente son adúlteras y tienen sangre en sus manos! (Ezequiel 23, 45)

  • «Esto es lo que dirás a todos residentes del país y a los sacerdotes: Cuando ustedes han ayunado y llorado en julio y en septiembre, durante setenta años, ¿lo han hecho realmente por mí? (Zacarías 7, 5)

  • ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes pagan el diezmo hasta sobre la menta, el anís y el comino, pero no cumplen la Ley en lo que realmente tiene peso: la justicia, la misericordia y la fe. Ahí está lo que ustedes debían poner por obra, sin descartar lo otro. (Evangelio según San Mateo 23, 23)

  • Jesús se dio cuenta y les dijo: «¿Por qué molestan a esta mujer? Lo que ha hecho conmigo es realmente una buena obra. (Evangelio según San Mateo 26, 10)

  • «¿Cómo puede decir eso? Realmente se burla de Dios. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» (Evangelio según San Marcos 2, 7)

  • Pilato se extrañó de que Jesús hubiera muerto tan pronto y llamó al centurión para saber si realmente era así. (Evangelio según San Marcos 15, 44)

  • y les dijo: «El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El más pequeño entre todos ustedes, ése es realmente grande.» (Evangelio según San Lucas 9, 48)

  • Y si no se han mostrado dignos de confianza con cosas ajenas, ¿quién les confiará los bienes que son realmente nuestros? (Evangelio según San Lucas 16, 12)

  • El capitán, al ver lo que había sucedido, reconoció la mano de Dios y dijo: «Realmente este hombre era un justo.» (Evangelio según San Lucas 23, 47)

  • Muchos de los que escucharon esto decían: «Realmente este hombre es el Profeta.» (Evangelio según San Juan 7, 40)

  • Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres. (Evangelio según San Juan 8, 36)

  • Al llegar a Jerusalén intentó juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, pues no creían que fuese realmente discípulo. (Hecho de los Apóstoles 9, 26)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina