Encontrados 143 resultados para: quiénes

  • Entonces Pedro dijo: «¿Podemos acaso negarles el agua y no bautizar a quienes han recibido el Espíritu Santo como nosotros?» (Hecho de los Apóstoles 10, 47)

  • pero el espíritu malo les contestó: «Conozco a Jesús y sé quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?» (Hecho de los Apóstoles 19, 15)

  • Ahora sé que ya no me volverán a ver todos ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino. (Hecho de los Apóstoles 20, 25)

  • Yo te protegeré tanto de tu pueblo como de los paganos a quienes te envío. (Hecho de los Apóstoles 26, 17)

  • que están en Roma,a quienes Dios ama y ha llamado y consagrado.Que de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor, les lleguen la gracia y la paz. (Carta a los Romanos 1, 7)

  • Conocen las sentencias de Dios y saben que son dignos de muerte quienes obran de esa forma. Pero no solamente lo hacen, sino que aprueban a los que actúan de igual modo. (Carta a los Romanos 1, 32)

  • y en cambio habrá sentencia de reprobación para quienes no han seguido la verdad, sino más bien la injusticia. (Carta a los Romanos 2, 8)

  • Quienes pecaron sin conocer la Ley, serán eliminados sin que se hable de la Ley; y los que pecaron conociendo la Ley, serán juzgados por la Ley. (Carta a los Romanos 2, 12)

  • Grande, bajo todo punto de vista. En primer lugar, fue a los judíos a quienes confió Dios su palabra. (Carta a los Romanos 3, 2)

  • No le entreguen sus miembros, que vendrían a ser como malas armas al servicio del pecado. Por el contrario, ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida, y que sus miembros sean como armas santas al servicio de Dios. (Carta a los Romanos 6, 13)

  • También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes él ha escogido y llamado. (Carta a los Romanos 8, 28)

  • Ellos son los israelitas, a quienes Dios adoptó; entre ellos descansa su gloria con las alianzas, el don de la Ley, el culto y las promesas de Dios. (Carta a los Romanos 9, 4)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina