Encontrados 143 resultados para: quiénes

  • Pero quienes se acerquen a mí para servirme y estén ante mí para presentarme la grasa y la sangre serán los sacerdotes levitas descendientes de Sadoc -palabra de Yavé- porque mantuvieron las leyes de mi santuario cuando los Israelitas se apartaban lejos de mí. (Ezequiel 44, 15)

  • a quienes tú prometiste multiplicar su raza como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar (Daniel 3, 36)

  • Escuchen, israelitas, esta palabra de Yavé que se refiere a ustedes y a todos los suyos, a quienes hizo salir de Egipto: (Amós 3, 1)

  • ¡Ay de ustedes, los primeros de la primera de las naciones, a quienes acude todo el mundo en Israel! Ustedes descansan en su orgullo y se sienten seguros en el cerro de Samaria, (Amós 6, 1)

  • Vendrán, de pronto tus acreedores, y se despertarán quienes te quiten todas tus cosas. (Habacuc 2, 7)

  • Entonces Yavé tocó el corazón de Zorobabel, de Josué y de todo el pueblo, quienes empezaron la reconstrucción de la Casa de Yavé de los Ejércitos, su Dios. (Ageo 1, 14)

  • No se porten como sus antepasados, a quienes los antiguos profetas les gritaban: «Déjense de andar por malos caminos y no sigan haciendo maldades.» Pero ellos no quisieron escucharlos, ni les hicieron caso. (Zacarías 1, 4)

  • Y el ángel que hablaba conmigo respondió: «Ya te diré quiénes son.» (Zacarías 1, 9)

  • Y si son los egipcios quienes se niegan a hacerlo, Yavé los castigará como lo merecen las naciones que no vengan a celebrar esa dicha fiesta. (Zacarías 14, 18)

  • Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. (Evangelio según San Mateo 5, 46)

  • Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer. (Evangelio según San Mateo 11, 27)

  • Y si ustedes entendieran estas palabras: Quiero misericordia, no sacrificios, ustedes no condenarían a quienes están sin culpa. (Evangelio según San Mateo 12, 7)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina