Encontrados 143 resultados para: quiénes

  • El señor de Bezec declaró: «Setenta reyes a quienes corté los pulgares de pies y manos recogían las migajas debajo de mi mesa; Dios me devuelve lo que hice yo.» Lo llevaron a Jerusalén y allí murió. (Jueces 1, 7)

  • Gedeón se dirigió a la gente de Sucot y les dijo: «Aquí tienen a Zebaj y Salmuná, por quienes me hicieron burla diciendo: ¿Acaso has sujetado ya las manos de Zebaj y Salmuná para que demos pan a tus tropas hambrientas?» (Jueces 8, 15)

  • Los hermanos de su madre transmitieron este mensaje a todos los señores de Siquem, quienes se inclinaron al lado de Abimelec, porque se decían: (Jueces 9, 3)

  • Jefté respondió a los dirigentes de Galaad: «Son ustedes quienes me piden volver para combatir a los amonitas. Pues bien, si Yavé me da la victoria, yo seré el jefe de todos ustedes.» (Jueces 11, 9)

  • Aquís preguntaba: «¿A quiénes han atacado esta vez?» David respondía: «Al sur de Judá, o el territorio de Jerajmeel, o de los quenitas.» (1 Samuel 27, 10)

  • Mientras he caminado entre los israelitas, ¿me he quejado acaso a quienes ordené guiar a mi pueblo? ¿Les pedí acaso que me edificaran una casa cubierta de cedro? (2 Samuel 7, 7)

  • Ahora bien, manda que se reúnan conmigo en el monte Carmelo todos los israelitas y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal a quienes mantiene Jezabel.» (1 Reyes 18, 19)

  • Su proceder fue muy abominable, ya que seguía a los repugnantes ídolos, igual que los amorreos, a quienes Yavé quitó el país para dárselo a Israel. (1 Reyes 21, 26)

  • Josafat preguntó: «¿No hay aquí otros profetas de Yavé a quienes podamos consultar?» (1 Reyes 22, 7)

  • encontró a los hermanos de Ocozías, rey de Judá. Les preguntó: «¿Quiénes son ustedes?» Ellos respondieron: «Somos los hermanos de Ocozías y vamos a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina.» (2 Reyes 10, 13)

  • Luego lo entregaban en manos de los encargados de las obras de la Casa, quienes pagaban con este dinero a los carpinteros y albañiles que trabajaban en las reparaciones. (2 Reyes 12, 12)

  • Por eso, voy a traer sobre Jerusalén y sobre Judá un mal tan grande que a quienes lo escuchen les zumbarán los oídos. (2 Reyes 21, 12)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina