Encontrados 165 resultados para: perdonar enemigo

  • A sus órdenes estaba un ejército de trescientos siete mil quinientos hombres que hacían la guerra con gran valor, para ayudar al rey contra el enemigo. (2 Crónicas 26, 13)

  • Entonces hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a los mejores hasta dentro de su santuario, sin perdonar a joven ni a virgen, a viejo ni a canoso; a todos los entregó Dios en su mano. (2 Crónicas 36, 17)

  • Me hubiera dado vergüenza pedir al rey tropas y gentes de a caballo para protegernos del enemigo en el camino; por el contrario, habíamos dicho al rey: «La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan; y su poder y su enojo sobre todos los que lo abandonan.» (Esdras 8, 22)

  • Eso es lo que quiero y te pido. Pues todos nosotros hemos sido condenados al exterminio, a la matanza y al aniquilamiento. Si sólo hubiésemos sido condenados a ser esclavos o peones, me habría quedado callada, pero resulta que ahora nuestro enemigo no podrá reparar el daño que con ello va a hacer al rey.» El rey la interrumpió para preguntarle: (Ester 7, 4)

  • «¡Ese es nuestro enemigo, nuestro perseguidor! ¡Ese miserable!...» Al oír estas palabras, Amán quedó helado de terror. (Ester 7, 6)

  • Por medio de esas cartas se autorizaba a los judíos de todas las ciudades para que se organizaran y se defendieran matando, degollando y exterminando, sin perdonar ni a las mujeres ni a los niños, a cualquier clase de gente que los atacara con armas, y también para que se apoderaran de sus cosas. (Ester 8, 11)

  • Según él, mezclado con las diversas tribus de la tierra, se halla un pueblo que es enemigo de todos, cuyas leyes son contrarias a las de las otras naciones y que constantemente está desobedeciendo nuestras disposiciones, de tal manera que impide que podamos gobernar como conviene para el bien de todos. (Ester 13, 4)

  • ¿Por qué me vuelves la cara y me tratas como a un enemigo tuyo? (Job 13, 24)

  • Descarga sobre mí su enojo y me trata como su enemigo. (Job 19, 11)

  • Sea reconocido culpable mi enemigo y mi adversario tenga la suerte del malvado. (Job 27, 7)

  • ¿Acaso me alegré de la mala suerte de mi enemigo y me sentí feliz por la desgracia que lo afectaba? (Job 31, 29)

  • Dios es el que busca pretextos y me tiene por su enemigo; (Job 33, 10)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina