Encontrados 165 resultados para: perdonar enemigo

  • Yavé respondió: "Ya que tú me lo pides, lo voy a perdonar. (Números 14, 20)

  • Pero Yavé me dijo: Adviérteles que no vayan a pelear, pues yo no estoy con ellos, no sea que sean derrotados por el enemigo . (Deuteronomio 1, 42)

  • En ese tiempo tomamos todas sus ciudades y las consagramos en anatema, matando a sus habitantes, hombres, mujeres y niños, sin perdonar vida alguna, (Deuteronomio 2, 34)

  • para que allí se refugiara el que involuntariamente diera muerte a su prójimo, siempre que no hubiese sido antes su enemigo. Con refugiarse en una de esas ciudades estaría a salvo. (Deuteronomio 4, 42)

  • Porque Yavé, tu Dios, recorre el campamento para protegerte y entregar en tus manos al enemigo. Por eso tu campamento debe ser cosa limpia y sagrada, en que Yavé no vea nada indecente; de lo contrario se apartaría de ti. (Deuteronomio 23, 15)

  • Te comerás el fruto de tus entrañas, la carne de tus hijas e hijos que te haya dado Yavé, en el asedio y angustia a que te reducirá tu enemigo. (Deuteronomio 28, 53)

  • negándose a compartir con ellos la carne de los hijos que se estará comiendo, porque nada le quedará durante el asedio y la angustia a que tu enemigo te reducirá en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28, 55)

  • mientras come la placenta salida de su seno y a los hijos que dio a luz, por falta de todo otro alimento, cuando tu enemigo te sitie en tus ciudades y te reduzca a la más extrema miseria. (Deuteronomio 28, 57)

  • El es la Roca, cuya obra es perfecta, y todos sus caminos son justicia. Es Dios leal, enemigo del mal, es recto y justo. (Deuteronomio 32, 4)

  • Un solo enemigo persigue a mil de ellos y dos ponen en fuga a diez mil, ¿no será porque su Roca los ha vendido, porque Yavé los ha entregado? (Deuteronomio 32, 30)

  • El enemigo, su roca no es como nuestra Roca, no hay sabiduría en nuestros adversarios. (Deuteronomio 32, 31)

  • El Dios eterno es tu refugio, te protegen sus brazos para siempre. Arroja ante ti al enemigo y te dice: Acaba con él. (Deuteronomio 33, 27)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina