Encontrados 987 resultados para: muerte al pecado
Por su fe la prostituta Rahab dio buena acogida a los espías y escapó a la muerte de los incrédulos. (Carta a los Hebreos 11, 31)
Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube. Depongamos, pues, toda carga inútil, y en especial las amarras del pecado, para correr hasta el final la prueba que nos espera. (Carta a los Hebreos 12, 1)
Y fíjense: después de que el sumo sacerdote ha llevado al Santuario la sangre que ofrece por el pecado, los cuerpos de las víctimas son quemados fuera del recinto sagrado. (Carta a los Hebreos 13, 11)
la codicia concibe y da a luz el pecado; el pecado crece y, al final, engendra la muerte. (Carta de Santiago 1, 15)
Pero si hacen diferencias entre las personas, cometen pecado, y la misma Ley los denuncia como culpables. (Carta de Santiago 2, 9)
El que sabe, pues, lo que es correcto y no lo hace, está en pecado. (Carta de Santiago 4, 17)
sepan que el que aparta a un pecador de su mal camino, salva un alma de la muerte y hace olvidar muchos pecados. (Carta de Santiago 5, 20)
El no cometió pecado ni en su boca se encontró engaño. (1º Carta de Pedro 2, 22)
Pues Cristo quiso morir por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo esta la muerte del justo por los injustos. Murió por ser carne, y luego resucitó por el Espíritu. (1º Carta de Pedro 3, 18)
Dado que Cristo padeció en su carne, háganse fuertes con esta certeza: el que ha padecido en su carne ha roto con el pecado. (1º Carta de Pedro 4, 1)
Pues no sin razón el Evangelio ha sido anunciado a muchos que han muerto; si bien en cuanto seres humanos han recibido la sentencia de muerte, a través del Espíritu viven para Dios. (1º Carta de Pedro 4, 6)
Quiero recordarles algo que ya saben, y es que el Señor, después de liberar a su pueblo del país de Egipto, intervino por segunda vez para entregar a la muerte a los que no creyeron. (2º Carta de Pedro 3, 5)